Bailar para alegrar el alma, en el psiquiátrico de Piñor

Cada semana, Geli Rodríguez dedica parte de su tiempo libre a bailar con pacientes psiquiátricos de Piñor y del hospital de día del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO). “Empecé hace un año, cuando trabajé un mes en Psiquiatría”, recuerda. Rodríguez, técnica en cuidados auxiliares de Enfermería (tcae), habló al equipo sanitario de su afición por el baile, y surgió la idea de impartir una actividad centrada en la danza. “Los pacientes lo pasan muy bien, se implican mucho. Y vemos avances importantes en ellos, hay personas que por su patología apenas se acercan a otras y con la música son capaces de hacerlo”, relata.

Su voluntariado implica dos clases semanales, una en Piñor y otra en el CHUO. En las clases, el grupo baila bachata, merengue o rueda de casino, pero también prueban otros ritmos. “Escuchamos todo tipo de música, si a alguien no le gusta la bachata y prefiere reguetón, probamos con el reguetón”, asegura. Rodríguez da cuenta de la motivación de los pacientes, que la esperan cada semana. “Siempre les digo que no hace falta que bailen si no quieren, que con escuchar la música y ver al resto es suficiente para alegrarse y despejar la mente durante un rato. Algunos no quieren bailar al principio, pero luego se animan. Yo intento motivarlos y creo que funciona porque acaban perdiendo la vergüenza”, explica.

La música anima a los pacientes a divertirse y a disfrutar de un rato agradable. “La música nos da fuerzas en la vida”, resume Rodríguez, que asegura que “no es ningún esfuerzo” dedicar parte de su tiempo libre al voluntariado. “Yo voy encantada todas las semanas. Intento combinar las actividades con los días que trabajo, para tener los días libres para descansar”, recalca.

Acompañamiento

El área de Humanización del CHUO retoma el proyecto de voluntariado impulsado en colaboración con Política Social y paralizado tras el inicio de la pandemia. “O obxectivo é facer acompañamento ás persoas que están máis soas durante a hospitalización”, señala Belén Piñeiro, encargada del área de Humanización. Al igual que Geli Rodríguez con los pacientes psiquiátricos, los voluntarios podrán acompañar a enfermos o proponer actividades para hacer más llevadero el tiempo de ingreso. “Queremos dinamizar sobre todo as tardes, porque son moitas horas que os pacientes pasan sós, sen facer nada”, apunta Piñeiro. Toda idea es bienvenida: desde música, baile, lectura o, simplemente, conversación. “Estamos abertos a que cada persoa poida dicir o que fai ou o que lle gustaría facer cos pacientes”, asegura.

Para inscribirse en el voluntariado es necesario cubrir un formulario en el siguiente enlace de Política Social. “Unha vez se inscriban, porémonos en contacto coas persoas voluntarias para facer as formacións, a acollida e coñecer máis do que lles gustaría facer, se prefiren acompañar a persoas maiores, a nenos hospitalizados…”, señala.