Bum floral a pie de tumba en Ourense

DÍA DE TODOS LOS SANTOS

Los camposantos de la provincia, también los de la ciudad, se convertían en la jornada de este viernes, Día de Todos los Santos, en lugar de encuentro: con los seres queridos que ya se han ido, pero también con conocidos que hacía tiempo no se veían.

Ni un hueco sin su correspondiente ramo en Santa Mariña durante el Día de Todos los Santos. (Foto: Miguel Ángel)
Ni un hueco sin su correspondiente ramo en Santa Mariña durante el Día de Todos los Santos. (Foto: Miguel Ángel)
Celso Dafonte, operario: “creo que el que haya coincidido en puente ha ayudado a que venga más gente este año”Jésica Fernández: “Yo vengo a acompañar a la suegra, solo de ayudante, para que no venga sola”Mari Luz Iglesias: “Vine el fin de semana pasado para limpiar. la verdad es que vengo habitualmente”Luis Enrique Soto: “Cuando era niño no venía, pero cuando murió mi padre empecé a traer yo las flores”

“Hoy ves gente que no has visto durante todo el año, pero también están los más habituales”, señala Celso Dafonte, operario de cementerios y enterrador en San Francisco. Es un testigo privilegiado del ir y venir en el camposanto de referencia de la ciudad, que esta mañana de Todos los Santos era un continuo ir y venir de gente de todas las edades que se repartía por panteones y tumbas, unos para dar los últimos retoques a la limpieza del nicho y otros para colocar, con cuidado y mimo, las flores y centros florales escogidos estos días para embellecer el lugar de descanso de sus seres queridos.

Los hay, como señala Dafonte, que son habituales en el camposanto. Es el caso de Rosa Paradela. “Yo vengo una vez al mes como mínimo. Otras personas no pueden, porque viven lejos o por cuestión de edad”, explica. Rosa acude al cementerio acompañada por Luis Enrique Soto, quien en relación con el tema de la edad, apunta un detalle importante: “Nosotros tenemos el panteón en la parte de arriba del cementerio y desde que nos hicieron el favor de abrir la parte de arriba nos facilitaron el acceso”.

Relevo generacional

Mari Luz Iglesias aprovechó “el fin de semana pasado para limpiar la tumba, porque entre semana es más difícil. De todas formas, suelo venir bastante habitualmente, no solo este día”, explica. Cuando se le pregunta cómo ve a las nuevas generaciones respecto a esta tradición de traer flores al cementerio, apunta: “Yo a mis hijos les digo siempre, cuando yo me muera, al menos una flor tenéis que traerme; pactado está; ahora, que lo cumplan”.

El trasiego de gente se repite en los otros camposantos de la ciudad (Santa Mariña, As Caldas…) y también de la provincia. A Pobra de Trives celebró el tradicional homenaje a los difuntos con una misa solemne a las 12,00 horas, seguida de la visita al cementerio.

Los camposantos de A Gudiña y Viana do Bolo llenaron de arreglos florales y cirios las sepulturas. Desde primera hora de la mañana recibían a decenas de vecinos del lugar que se acercaban para ultimar los detalles de cada uno de los nichos repartidos por el camposanto.

La imagen se reproducía en los cementerios de Carballiño, Ribadavia, Verín, Celanova, Xinzo de Limia, Allariz… Una estampa que se repetirá hoy, Día de Fieles Difuntos, en que muchos aprovecharán también para expresar con unas flores el cariño a los que se han ido… y siguen aguardándonos.

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