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Uno de cada cinco edificios de la ciudad todavía no tiene ascensor para garantizar la accesibilidad de sus residentes. Así lo refleja el censo de 2021 del Instituto Nacional de Estadística -estudio de las condiciones de vida que se elabora cada 10 años-, que señala que el 79% de los inmuebles -excluyendo las viviendas unifamiliares- de Ourense ciudad tiene instalado ascensor, pero otro 21% todavía carece de él, lo que provoca el aislamiento de muchos residentes. La situación ha mejorado, ya que el censo de 2011 recogía que solo el 53% de los edificios contaba con elevador, y otro 47% carecía de él.
En todo caso, siguen siendo muchos los vecinos que viven sin poder salir de casa, sobre todo personas con movilidad reducida y de avanzada edad. Ourense ocupa el puesto número 34 entre las 50 provincias españolas, con un 79% de edificios con ascensor, y está detrás del resto de urbes gallegas. Contrasta con ciudades como Vitoria o Logroño, líderes en España, donde los edificios con ascensor suponen casi el 95% del total del parque inmobiliario.
Las comunidades de vecinos siguen pidiendo de forma continua permisos para poder instalar ascensor, aunque no en todos los casos los edificios son susceptibles de poder tener uno, ya que previamente se necesitan informes técnicos que avalen su instalación. De hecho, son los edificios más antiguos los que carecen de él y más difícil acceso a él tienen. En el caso de los edificios construidos después de 1990, el 93% ya tiene ascensor, mientras que en aquellos construidos antes de ese año solo el 71% cuenta con uno.
Solo en los cuatro primeros meses de este 2023, el Concello de Ourense ha resuelto favorablemente 13 licencias para colocar este tipo de instalación. Se ha concedido permiso en estos meses a una comunidad de Santa Eufemia, 2 (cuyo coste ascenderá a casi 90.000 euros); rúa Hórreo, 19 (25.000 euros); rúas Vilarreal 3 y 5 (120.000 euros); río Navea, 60 (47.800 euros); Cabeza de Manzaneda, 2 (77.050 euros); el CEIP Manuel Luis Acuña (51.500 euros); río Mao, 26 (54.000 euros); avenida de Zamora, 25 (16-500 euros); rúa Sáenz Díez, 41 (67.173 euros); Alfonso Alcaraz, 8 (53.6000 euros); y en estas últimas semanas en edificios de Monte Penamá, rúa Bonhome y rúa Aturuxo.
Las obras se multiplican por prácticamente todos los barrios, con la salvedad del centro de la ciudad, donde prácticamente la totalidad de inmuebles cuentan con elevadores. De hecho, uno de los factores clave es el nivel de ingresos, lo que demuestra las diferencias entre los barrios con mayor capacidad económica y los que menos.
El 80% de los hogares que ganan más de 2.000 euros al mes tienen ascensor en su vivienda, mientras que apenas el 59% de los hogares en los que entran menos de 1.000 euros al mes tienen este tipo de instalación.
Una sentencia del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 de Ourense en 2018 sentó un precedente muy favorable para que los edificios más antiguos puedan tener más fácil acceder a un ascensor si no se puede construir en el interior. Dicha sentencia condenó al Concello de Ourense a aceptar la instalación de un ascensor en la fachada de un edificio, con la consiguiente ocupación del dominio público municipal.
Esa pionera sentencia obligó al Concello a aplicar la normativa estatal de accesibilidad que, para dotar de ascensor a edificios de viviendas antiguos que carecen de él, permite en supuestos excepcionales la construcción del ascensor sobre suelo público.
En el mercado inmobiliario, se percibe el problema de la falta de ascensores en la vivienda más antigua. De los 2.691 pisos a la venta en la ciudad en la plataforma Fotocasa, un total de 682 carecen de elevador, es decir, el 25%. Una proporción similar se da en Idealista, donde hay actualmente 2.239 pisos a la venta, de los que 500 tampoco ofrecen este tipo de instalación, un 22,3% del total.
En el caso del mercado del alquiler, de los 176 pisos que se ofertan en una de estas plataformas, 29 carecen de ascensor (17%), mientras que en la otra, se ofertan actualmente 211 pisos, y hasta 50 no cuentan con elevador (el 24% del total).
La mayor concentración de edificios sin ascensor está, mayoritariamente, en barrios como A Carballeira, O Vinteún, Polvorín, Covadonga, San Francisco y el Casco Vello, donde muchas de las viviendas fueron construidas durante la década de los 60 y en donde residen, mayoritariamente, personas de avanzada edad, las que más lo necesitan.
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