Cuatro años de cárcel para la ourensana que mantuvo sexo con un adolescente

BESOS Y TOCAMIENTOS

Los magistrados ven probado que la ourensana y el menor se besaban y se hacían tocamientos recíprocos

Publicado: 31 ene 2025 - 06:15 Actualizado: 31 ene 2025 - 12:10

Los magistrados de la sección penal que juzgaron el caso.
Los magistrados de la sección penal que juzgaron el caso.

La Audiencia Provincial de Ourense ha impuesto una condena de cuatro años y un día de prisión a una mujer de 39 años que mantuvo un noviazgo de poco más de un mes con un menor (15 años). Los magistrados ven probado que durante el transcurso de la relación ambos se besaban en la boca, se acariciaban y se hacían recíprocamente tocamientos.

En el verano de 2020, la mujer contactó con el menor, sobrino de su expareja, siendo consciente de la edad del adolescente, incluso sabía la fecha exacta de su cumpleaños. Además, le pidió al joven mantener su relación en secreto. El menor contó en el juicio que la acusada le dijo incluso que iban a tener una vida juntos. Reconoció también que se enamoró de ella y que quería estar con ella.

Todo se descubre cuando la madre del menor le dice que vaya para casa y él le responde que la quiere mucho, pero tiene que hacer su vida, por lo que la progenitora toma las riendas del asunto y se entera de lo que estaba ocurriendo. Cabe destacar la mala relación entre la madre del menor y la acusada, siendo ambas cuñadas durante un tiempo.

De hecho, un día antes de interponer la madre la denuncia, fue la acusada quien la denunció a ella. Dijo que el adolescente la llamó diciéndole que estaba en casa de su madre, pero se había ido horas antes a hacer un recado y no sabía nada de ella. Esta reaccionó llamando al 112, personándose la Guardia Civil en el domicilio.

Los WhatsApps, clave

En el juicio resultaron una prueba clave los WhatsApps entre la acusada y el menor. Los magistrados consideran que revelan que ambos profesan su amor con mutuas verbalizaciones de que se quieren y que “no cabe duda de que tal relación afectiva es de carácter sexual”.

En los mensajes hablan de lo felices que son estando juntos, de besos e incluso de tocamientos. Sin embargo, hubo un día en el que la conversación entre ambos no fue tan idílica. Ella se puso celosa porque el menor le dice que una amiga le pasó el brazo por el cuello agarrándolo de la mano. Él le pide que no se moleste, pero ella le empieza con recriminaciones. “No me veas la cara de tonta, vale?”, se puede leer en uno de los mensajes.

Asimismo, el menor sostuvo en el juicio que, además de besos, tocamientos y caricias, hubo relaciones sexuales completas. Sin embargo, los jueces consideran que esto no quedó acreditado.

El trabajo durante el juicio tanto de Fiscalía como de la acusación particular, representada por Estrado Abogados, sí que consiguió probar la existencia de un abuso sexual. Finalmente, los magistrados condenaron a la acusada a cuatro años y un día de prisión por un delito continuado de abuso sexual a menor de 16 años. Además, le prohíben aproximarse al menor a menos de 500 metros y comunicarse con él durante seis años y la inhabilitan para cualquier profesión que requiera contacto con un menor durante siete años y un día.

Asimismo, le imponen dos años de libertad vigilada pospenitenciaria y la condenan a indemnizar al menor con 4.000 euros.

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