Una mujer, a juicio por mantener relaciones sexuales con un menor en Ourense

RELACIÓN CONSENTIDA

El joven, de solo 15 años, confesó que tuvo relaciones sexuales con la acusada en Ourense, pero ella lo niega

M. Sánchez

Publicado: 07 ene 2025 - 22:24 Actualizado: 08 ene 2025 - 00:07

Los magistrados de la sección Penal que juzgarán el caso. (Foto: Martiño Pinal)
Los magistrados de la sección Penal que juzgarán el caso. (Foto: Martiño Pinal)

Una relación sexual supuestamente consentida con un menor de 15 años durante sus vacaciones escolares en el verano de 2020 sentará este miércoles en el banquillo de los acusados a una treintañera (35) en los juzgados de Ourense. Tanto la acusación pública como el ministerio fiscal piden 10 años de prisión para la inculpada, quien niega el affaire. Más aún, llegó a declarar que no podía tener relaciones sexuales cuando quedó con el joven debido a una intervención ginecológica.

El adolescente, tanto en la confesión que hizo, primero ante su madre, y después ante la Guardia Civil y el juez, admite que tuvo relaciones sexuales completas con la que había sido pareja de un tío materno. En el interior de un coche, casi siempre. La relación afectivo-sexual duró menos de un mes, según la fiscal. La inculpada, según esa versión, sabía la edad del adolescente, y por eso quería que fuera secreta.

La denuncia la interpuso la madre de la presunta víctima cuando, ante su insistencia, tiró de la manta. También tuvo acceso a una larga lista de mensajes telefónicos comprometidos que hubo que recuperar en una tienda de informática porque el chico los había borrado (posteriormente no pudieron ser autentificados por el Equipo de Investigación Tecnológica de la Guardia Civil). En esos wasaps incluso admiten ambos que se quieren.

La progenitora había notado cambios en el comportamiento de su hijo y, además, los había visto juntos en el pueblo donde residen los abuelos.

Venganza de la madre

Por su parte, la investigada, que en ese momento tenía un hijo pequeño, siempre negó la relación sexual. Más aún, llegó de decir que conocía al joven desde que era un bebé y que la denuncia obedecía a una venganza de la madre ante una serie de desavenencias surgidas hacía años y amplificadas por el cuidado del menor (apreció desamparo). La investigada había llamado a la Guardia Civil, a las 20:30 horas del 16 de agosto, al saber que el chico estaba encerrado en su casa, sin posibilidad de salir. La progenitora, según le dijo el adolescente a los agentes, se había ido a las tres de la tarde para comprar trampas de ratones y lo había dejado encerrado con llave.

El menor, relató ante la Guardia Civil, que fue él quien propuso a la acusada mantener relaciones sexuales, descartando la violencia e intimidación (las acusaciones le atribuyen a la mujer un delito de abusos sexuales en vez de agresión sexual, teniendo en cuenta que no estaba vigente la Ley del solo sí es sí). El único requisito que le puso ella, según esa versión, fue que debían guardar la relación en secreto.

Los encuentros sexuales, en los que también relató una felación, los sitúa en el río o en una pista de un concello próximo a la ciudad, el lugar en donde estaba pasando las vacaciones.

Mientras que la defensa interesa la absolución, las acusaciones, además de reclamar diez años de cárcel por un delito continuado de abusos sexuales, incluyen en la petición de condena un alejamiento y prohibición de comunicación durante once años y ocho años de libertad vigilada.

La letrada que representa al denunciante reclama 10.000 euros de indemnización y el ministerio público, 7.000.

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