Los diarios de Labordeta, cronista de la España vaciada

Aunque fue profesor de instituto, poeta, escritor, político y cantautor, José Antonio Labordeta era “Labordeta, un hombre sin más”, el título del documental dirigido por su propia hija, Paula Labordeta y el cineasta Gaizka Urresti. “Siendo un hombre sin más, fue un hombre extraordinario”, dijo ayer la directora del documental, un viaje al cronista de “Un país en la mochila” más íntimo: el padre frágil y el esposo enamorado que escribía un diario que apareció apenas dos meses antes de que el documental se estrenase. Aquel encuentro cambió todos los planes. “Nos metimos de lleno en el archivo inédito de mi padre, porque él no tiraba nada y mi madre lo ordenada todo. Ver esos escritos de su puño y letra fue sorprendente”, cuenta la hija. Una de las hojas del diario la escribió el día de su boda: “Hoy me caso. Continuaré mañana”. El cuaderno es protagonista del documental que acogió el OUFF con éxito de público.

Labordeta se hizo más famoso con el programa “Un país en la mochila”, en el que recorría los territorios más desfavorecidos. “Él ya ponía el foco en los territorios más olvidados, consiguió que se hablase por primera vez de la España vaciada. Mi padre no era postureo, él era así. Era fiel a sí mismo”, destaca Labordeta. Para su hija fue determinante el día en el que 50.000 personas acudieron al funeral de su padre en Aragón para mostrar sus respetos a la familia de un hombre que se había convertido en leyenda. “Ahí supe que quería hacer un documental sobre su vida. Toda la lucha de Labordeta tiene que seguir viva. En esta película quise meterme en el ojo del huracán, enseñar al otro Labordeta”, asegura.

La hija del cronista contó con Gaizka Urresti, que ayer explicó que no dudó un momento en aceptar el encargo. “Me emocionaba mucho, yo quería hacer proyectos sobre buena gente”, señaló Urresti. Paula Labordeta tenía clara otra cosa: “El eje iba a ser mi madre”. La fiel compañera de Labordeta es parte del documental en el que se descubre al “hombre sin más” que también se sentía solo, frágil y dubitativo. “Mi madre fue la que encontró ese cuaderno que resultó ser un diario. Sufrió, porque sorprenden muchas cosas de mi padre al verlas escritas con su letra”, insistió la directora de “Labordeta, un hombre sin más”.

Agradeció al público ourensano, que arropó el documental, “a pesar de estar lejos de casa”.