La Diócesis, céntimo a céntimo: donó 181.000 euros a misiones

Samuel y Ramón Iribertegui, esta semana en el colegio Salesianos. (FOTO: JOSÉ PAZ)

La Iglesia echa cuentas. Más de 700 parroquias de la Diócesis de Ourense aportaron 181.369 euros a las misiones en el mundo durante el 2020, un descenso de 43.000 euros respecto al año anterior al covid. La memoria de la delegación de misiones ourensanas permite comprobar parroquia a parroquia y céntimo a céntimo cuánto se destina a esta causa. Las hay que donaron cero euros, mientras que la de Santa Eufemia la Real, en la capital, es la más generosa: aportó más de 5.000 euros a la causa.

Son 30 hombres y 62 mujeres ourensanos los que prestan servicio en 29 países de cuatro continentes. En América están destinados 72, en África 8, en Asia 5 y en Europa 8. Este domingo, día 24, arranca la campaña del Domund 2021, que pone en valor la figura de estos “enviados de la fe” y anima a la población a realizar donaciones. La radiografía de las misiones permite comprobar un descenso del presupuesto más acusado en el rural que en la ciudad, aunque los ingresos de estos concellos siguen siendo los más cuantiosos: los arciprestázgos del rural aportaron 81.400 euros a las misiones, 20.000 euros menos que el año pasado. La ciudad envía 67.181 euros, 8.000 menos que en época prepandemia. Una cantidad cercana a los 33.000 euros proviene de la categoría “otros ingresos”, en la que sobresale la de los donativos particulares: más de 27.000 euros enviados desde Ourense a diversas zonas del mundo proceden de esta vía.

En Ribadavia, más generosos

Ourense suma más de 44.000 euros enviados, mientras que en el rural sobresalen, con diferencia, las comunidades de Ribadavia: esta zona aporta más de 20.000 euros a las misiones, muy lejos de los 13.157 que dona Celanova; los 11.270 de Verín, los 9.917 de Os Milagres; 9.774 de Carballiño; 8.707 de A Limia; 6.586 de Allariz y, por último, cerca de 2.000 euros en la Baixa Limia. Es decir, O Ribeiro aporta el 25% del dinero que el rural ourensano destina a las misiones.

Los centros educativos también tienen peso en las donaciones: casi 11.000 euros proceden de una decena de colegios. Las comunidades religiosas aportan 11.300 euros.

“¡Qué me va a decir a mí Maduro! Si en tres años no vi nunca un médico”

Samuel y Ramón Iribertegui, misioneros salesianos retornados tras más de 60 años en Venezuela, son el rostro tras las cifras. Todavía “como pez fuera del agua después de tantos años”, explican su relato vital desde Ourense, a donde volvieron por salud. “Allá en Venezuela está la cosa muy mal. Hasta los médicos emigraron. La tragedia de Venezuela, la gente está pasando todo tipo de calamidades”, explican los salesianos, que pasaron más de 40 años en la zona de la Amazonía. “Fue el descubrimiento de un mundo completamente distinto al nuestro, si no hubiéramos hecho un cambio en nuestra forma de ver, hubiéramos fracasado totalmente como misioneros”.

OURENSE 17/10/2021.- Saúl y Ramón Iribertegui, misioneros ourensanos que regresan después de una vida dedicada a la misión. josé Paz

Los hermanos Iribertegui resumen su labor como “sufrir, vivir y gozar con ellos”. Aunque últimamente, la situación fue sólo de sufrimiento. “Es la peor época que recordamos en Venezuela. Los mandatarios de América Latina se escandalizan de una manera hipócrita, se olvidan de los genocidios recientes: la juventud frente a la lucha de los cárteles de la droga en México, el indígena en el vagón de cola de la sociedad… No se da cuenta de que desde que se liberaron del dominio de España hubo genocidios auténticos de los que no se habla. ¿Qué me va a decir Biden sobre el genocio español en América? Lo único que demuestra es un concepto de historia que ve en blanco y negro”.

Convivir con lo diferente

Sobre el régimen de Maduro, Ramón Iribertegui explica que “en los tres años en los que estuve en el grupo étnico yanomami no he visto un médico por allí. Los dos o tres enfermeros indígenas de la zona eran los que aguantaban el tipo. ¿Qué me va a hablar Maduro a mí? No tiene ninguna conciencia de lo que dice”. El mensaje de los dos misioneros ourensanos para el día del Domund es “aprender a convivir con lo diferente, ser tolerante. Cada uno tiene que ser testigo de su fe, como dice el mensaje del Papa. El amor a los demás construye la Iglesia”.