Unas elecciones europeas entre la calma y las gaitas en Ourense

Jornada electoral tranquila la vivida este domingo en Ourense. Entre que las elecciones europeas no suelen despertar el mismo interés que otros comicios y una sensación de hastío en buena parte de la población por la acumulación de votaciones -cuatro en los últimos 13 meses para los ourensanos- lo cierto es que el día se cerró con normalidad.

El tiempo acompañó a quienes se acercaban a los colegios electorales, el calor de los últimos días dio un respiro y las tormentas no hicieron acto de presencia. Aun así, muchos alargaron la estancia en la cama y fueron a votar ya bien entrado el día. “Es domingo, ya nos llega bien lo que madrugamos durante la semana como para hacerlo también para votar”, afirmó María Castro a su entrada al colegio electoral de Eiroás.

También hubo quien quiso reivindicar la importancia de los comicios europeos. “Hay mucha gente que considera que estas elecciones son las menos importantes. Hay incluso personas que no votan nunca cuando se celebran. Para mí es un tremendo error, en el Parlamento Europeo se aprueban gran cantidad de leyes que afectan a nuestra vida diaria”, reivindicó José Herrera tras depositar su voto.

En colegios electorales como el del Pabellón de Os Remedios, la mesa electoral se vio sobresaltada por algún votante un poco puntilloso que reclamaba que las papeletas no estaban correctamente colocadas y no encontraba la del partido que deseaba votar. También hubo quien o por despiste o intencionadamente introdujo en el sobre de votación lo que parecía ser una lista de la compra. Quién sabe si realmente el votante deseaba que esos nombres ocuparán puestos en el Parlamento Europeo

En otros como el del instituto Julio Prieto Nespereira no faltaron las papeletas, pero sí los apoderados de los partidos, a los que se les alargó la comida y no aparecieron hasta el cierre. Un cierre que transcurrió sin sobresaltos, salvo pequeños problemas en el recuento de votos con algún dato que no cuadraba, contratiempo que se consiguió subsanar rápidamente.

Una de las anécdotas de la jornada estuvo en Viloira, en O Barco de Valdeorras. La Festa da Octava do Corpus que se celebraba en la parroquia desde el pasado viernes se trasladó a las mesas electorales con la presencia de los gaiteiros de Abertal. El grupo consiguió sacar una sonrisa a los miembros de las mesas, quienes tuvieron que pasar el día grande de los festejos pegados a sus sillas, viendo como sus vecinos acudían a las urnas con prendas y rostros de felicidad por la fiesta.

Por su parte, en Xinzo de Limia hubo más de uno que acusó la resaca a la hora de depositar su voto. La recreación romana “Vestalias” que se celebró el sábado pasó factura a muchos de sus asistentes que llegaron tarde al colegio electoral.