Embalses y ríos de Ourense aguantan los aguaceros de Éowyn, Herminia e Ivo

El tren de borrascas da a partir de este jueves un respiro a la provincia después de una semana de lluvia persistente y que ha elevado el nivel de los embalses a cerca del 70% y ha puesto en alerta a varios ríos de la provincia. El paso de sucesivos frentes asociados a las borrascas Éowyn, Herminia y, en último lugar, Ivo han tensionado, sin grandes consecuencias, el sistema hídrico provincial. Este miércoles, Ivo causó aguaceros en toda la provincia, acompañados de granizo en distintos puntos, dejando además un importante manto blanco en el oriente ourensano, ya que las copiosas nevadas a partir de última hora de la tarde dejaron algunas carreteras con difícil tránsito.

El 112 Galicia gestionó durante la jornada de este miércoles hasta 315 incidencias relacionadas con la meteorología adversa en toda Galicia, la mayoría por caídas de árboles, postes y señalres de tráfico, así como embolsamientos de agua en puntos concretos. Se llegaron a registrar ráfagas de 166 kilómetros por hora en Viveiro y 157 km/h en Carballeda de Valdeorras.

Incidencias

A nivel de incidencias, Ourense volvió a ser la provincia menos afectada de Galicia. En A Coruña se atendieron 127 emergencias, en Pontevedra 116, en Lugoo 53 y en Ourense 19. Por concellos, la ciudad y Maceda fueron los municipios con más problemas (3 incidencias cada uno), seguidos de O Barco, Carballiño y Celanova con dos cada una.

En la ciudad, la meteorología adversa provocó un accidente de tráfico en la céntrica rúa Emilia Pardo Bazán. Un choque entre un Mercedes y un Seat, que impactaron frontolateralmente, muy aparatoso, se saldó, sin embargo, sin heridos. Además, las granizadas provocaron salidas de vía en el kilómetro 39 de la carretera OU-536 y en el 274 de la A-52 a su paso por A Cañiza (Pontevedra). En ambos casos, no hubo que lamentar heridos.

En O Barco, los servicios de emergencia tuvieron que acordonar una zona al producirse varios desprendimientos en fachadas de la avenida del Bierzo. No se registraron grandes daños materiales en el resto de la provincia. En Carballiño, los bomberos se desplazaron para retirar unas placas de uralita sueltas que estaban a punto de caer a la vía pública a causa del viento. Y es que este miércoles se registraron ráfagas de más de 50 km/h en muchos puntos, llegando a 160 km/h en Carballeda de Valdeorras, 141 km/h en Cabeza de Manzaneda y 115 km/h en A Veiga. En cuanto a las precipitaciones, las zonas más afectadas fueron el Macizo Central y la Baixa Limia, con acumulados de cerca de 40 litros por metro cuadrado, mientras en el resto de la provincia los valores oscilaron entre 15 y 30 litros.

En el resto de Galicia, especialmente en la costa, donde hubo alerta roja por los fuertes vientos -vigente hasta hoy jueves- hubo mayores problemas. En Vigo, los Bomberos cortaron un árbol caído sobre un coche en Castrelos, mientras que en Tui rescataron un vehículo atrapado en el agua. En Pontevedra, un árbol cayó sobre una ambulancia, y en Cambados se produjeron desprendimientos de fachadas. Además, las precipitaciones causaron inundaciones en Ames y O Pino.

Ríos en alerta

El nivel de los ríos era lo que más preocupaba durante el paso de la borrasca Ivo. Y sigue preocupando, debido al deshielo previsto en las próximas jornadas. No hubo que lamentar desbordamientos, aunque zonas como O Barco, Ribadavia o Baños de Molgas tuvieron durante toda la jornada precintadas las áreas fluviales por el alto nivel de los cauces.

En la capital de O Ribeiro, el via, que seguía este miércoles en nivel de prealerta, obligó a cerrar las pistas de A Quinza, San Cristovo y Polígono. También se señalizaron los paseos de Ribadavia a Francelos por precaución. Seguían a última hora de este miércoles en prealerta los ríos Arnoia en Baños de Molgas y Limia a su paso por Xinzo, así como el Támega en Rabal (Oímbra). La Xunta mantiene activo el Plan Inungal de vigilancia y seguimiento de los caudales.

Mientras en la ciudad, parte de la zona termal, como A Chavasqueira o Muíño da Veiga, permanecieron de nuevo sepultadas al subir el nivel del Miño quye llegó a cuadripilicar su caudal en las últimas dos jornadas, aunque sin llegar a los niveles de riesgo.