“El falso título para ejercer de enfermero tenía muchas faltas”

El ourensano Santiago Blanco Lorenzo, de 34 años, fue juzgado ayer en el Penal 3 de Móstoles por trabajar como enfermero en una piscina emplazada en una urbaniación del barrio de Humanes, en Madrid, sin el título que acredita que está formado. En esta ocasión, acusó por intrusismo profesional tanto la fiscalía como la Universidad de Vigo. Reclamaron una pena de dos años de cárcel y 10 meses multa, a razón de 12 euros diarios, por falsedad documental en concurso con un delito de intrusismo. Desde el despacho Estrado Abogados, los encargados de sus pleitos, invocaron un trastorno de la personalidad del inculpado que limita el control de sus impulsos. La letrada del acusado también planteó una atenuante de dilaciones indebidas porque los hechos ocurrieron en junio de 2019.

Blanco Lorenzo sólo contestó a las preguntas de su letrada, en las que no hubo alusiones a la presunta falsificación. La defensa interesó la absolución y, en caso de condena, que se tenga en cuenta “que se trata de una falsificación burda que incluso tiene faltas de ortografia e incluso hay palabras en las que faltan letras”. La defensa habló de la falta de diligencia por parte del empleador. “Si lo hubiera leído habría advertido la falsedad o habría podido pedir un documento original, en vez de fotocopia, o al menos uno cotejado”.

Esta fue la primera vista de las varias que tiene Blanco Lorenzo, quien en Ourense fue condenado por incendiar montes e intentar colegiarse con documentación mendaz en marzo de 2018, en la comunidad de Madrid por trabajar en geriátricos u hospitales.

En la piscina, según aseguraron ayer las acusaciones, ejerció al menos durante dos semanas en junio de 2019.Fue contratado por la entidad Refu Servicios Generales S.L. para prestar sus servicios como enfermero en la piscina de la urbanización del Parque de Tebas para hacer la temporada de verano. Para ello, asegura la fiscal del caso, aportó un certificado de la Universidad de Vigo, con sello oficial y firma del decano, en el que se acreditaba que poseía el título de enfermería. Poco después, descubrieron que el ourensano nunca había pasado por la facultad.

El certificado aportado tratando de acreditar que ostentaba la diplomatura en Enfermería -sostienen las acusaciones- “fue elaborado por el propio acusado o por terceros sin identificar”.

EN OURENSE

En Ourense, la jueza del Penal 2 no le apreció la eximente de anomalía psíquica por el trastorno de la personalidad que padece el acusado y que le fue diagnosticado hace tiempo. Sostuvo que no afectaba a la imputabilidad de Santiago porque la falsificación requiere preparación y tiempo.