Feliciana, la víctima del ataque de dos perros en Muíños, pide cárcel para los dueños

Xena (una perra de la raza american staffordshire, considerada como potencialmente peligrosa) y Piruleta (una beagle) se sentaron en el banquillo de los acusados del Penal 1 de Ourense metafóricamente. Son los perros que el 26 de enero de 2023 atacaron a Feliciana, una vecina de Barxés (Muíños) que acudía a su finca a por verdura. Sus dueños, Eva F.P. y David P.A., respondieron este miércoles de un delito de lesiones por imprudencia grave. Un asunto penal en el que el fiscal no acusa, al entender que los canes se escaparon porque la puerta del patio de la casa no estaba bien cerrada y, por tanto, no se trata de una omisión voluntaria.

La víctima, de 70 años, cree que los dueños cometieron una omisión en el deber de cuidado de los perros y los responsabilizan de las graves lesiones que le produjeron en el rostro, glúteos y piernas. Su abogado asegura que fueron cuatro los perros que la mordieron porque estaban paseando por el exterior sin correa y sin bozal. Acusa a la pareja de lesiones y reclama una pena de dos años de cárcel. Antes del juicio, se llegó a un acuerdo con la aseguradora de Xena para abonar a la denunciante 12.300 euros (inicialmente reclamaba 29.000), por lo que la responsabilidad civil no se discutió en el juicio.

La acusación particular asegura que los perros no estaban registrados (licencia administrativa), no todos contaban con seguro de responsabilidad civil, no estaban vacunados y paseaban “sin correa y sin bozal”.

Los propietarios de los animales aseveraron que se trata de un incidente aislado porque la cancilla del patio no quedó bien cerrada en el momento en que Eva realizaba tareas de limpieza en ese lugar. La pareja destacó que la perjudicada y su marido tenían “animadversión” a sus cánidos y que los azuzaban con palos desde fuera y que incluso un día el marido de la perjudicada introdujo un petardo atado a una caña desde la verja y explotó en la cara de uno de los perros.

No obstante, Eva aprovechó su derecho a la última palabra para pedir perdón: “Sintoo o mal que o paso Anita (así llaman en Barxés a Feleciana) e todo o revuelo mediático, que resultou moi agresivo”. Su pareja añadió, tras su intervención, que los cuatro perros “estaban vacunados y tenían el chip”.