Héctor Fernández: "La cirugía navegada mejora la durabilidad en prótesis de rodilla"

Entrevista

Es traumatólogo y cirujano ortopédico de Centro Médico El Carmen

Publicado: 08 nov 2021 - 01:45 Actualizado: 08 nov 2021 - 06:28

Héctor Fernández, en su consulta en El Carmen (MARTIÑO PINAL).
Héctor Fernández, en su consulta en El Carmen (MARTIÑO PINAL).

El Centro Médico El Carmen acaba de añadir a su cartera de servicios la cirugía navegada para la implantación de prótesis de rodilla. El traumatólogo y cirujano ortopédico Héctor Fernández emplea este tipo de herramientas en las operaciones de casos de importantes desviaciones o fracturas complejas y así ayudar a una colocación más precisa. El especialista de El Carmen ya aplicó esta técnica en 80 pacientes.

¿En qué consiste esta técnica quirúrgica?

La cirugía navegada lleva unos años con nosotros y se ha ido perfeccionando. Es una herramienta que utilizamos para la colocación de prótesis, generalmente en la rodilla, donde lo vemos más útil. La técnica consiste en un aparato con sensores que se colocan tanto en la tibia como en el fémur y otros que se utilizan para mapear. Los datos que se recogen se transmiten a un ordenador que, a través de métodos matemáticos, muestra la anatomía de la rodilla que se va a operar.

¿Qué se consigue con su empleo?

Lo que nos ofrece, tras unos estudios preoperatorios que hacemos nosotros más otro intraoperatorio con el aparato, es la colocación exacta donde se debe implantar la prótesis. Así nos aseguramos que esté bien situada y balanceada para mayor estabilidad.

¿Cuáles son los principales casos en los que se utiliza la cirugía navegada?

Habitualmente, las prótesis se colocan de forma tradicional con las guías manuales que tenemos. El navegador en una rodilla primaria, normal con mayor o menor desgaste, no tendría demasiada utilidad. No mejoraría mucho más el resultado que con el método habitual. Sin embargo, cuando nos enfrentamos a rodillas con artrosis postraumática sería beneficioso. En estos casos siempre puede quedar algún tipo de material que nos impida colocar adecuadamente las guías tradicionales, por lo que la cirugía navegada nos permitiría una mejor implantación. También es útil en los pacientes con grandes deformidades, con rodillas arqueadas o juntas. Para estas dos circunstancias, la técnica nos ofrece un balanceo ligamentoso más óptimo.

¿Cómo se beneficia el paciente?

No existen las garantías en la medicina, pero intentamos mejorar la colocación de los implantes. Su perdurabilidad, que dure el mayor número de años posible, dependerá de que esté bien colocado, cementado y balanceado. Si no se consigue, la carga en el eje mecánico del miembro inferior, en caso de ser desigual, provocaría que el polietileno se desgaste prematuramente o se aflojaría. Lo que tratamos con esta técnica es optimizar lo máximo posible la implantación, para que al paciente le dure más tiempo.

La recuperación posterior, ¿es la misma que en una operación tradicional?

La recuperación no depende tanto del navegador o de cómo se haya colocado. Lo importante es conseguir una buena analgesia para comenzar una rehabilitación precoz lo más pronto posible. Esto es válido en ambas técnicas. Solo en el posoperatorio podría haber una pequeña diferencia en la cantidad de sangrado.

La navegación, ¿precisa de una formación continua?

Tiene una curva de aprendizaje algo prolongada. Una vez que aprendes la técnica, todo lo que mejora facilita el trabajo y no es necesaria una actualización de los conocimientos. Al conocer cómo funciona, solo necesitamos conducirlo.

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