Juan Blanco Nóvoa: "Un 40% de la población tiene tendones rotos, pero aún no lo sabe"

El traumatólogo y especialista en hombro del CHUO, Juan Blanco Nóvoa, profundizó en uno de los procedimientos de artroplastia en los que llevan trabajando más de veinte años en Ourense

Juan Blanco Nóvoa, traumatólogo y especialista en hombro del CHUO

El doctor Juan Blanco Nóvoa recibió ayer en el Servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica del CHUO a dos especialistas vascos del Hospital de Alto Deba de Guipúzcoa, con los que ahondó en las diferentes técnicas de artroplastia de hombro, un procedimiento en el que los especialistas de Ourense llevan trabajando más de veinte años y por el que han sido reconocidos por su conocimiento y experiencia.

¿Hace cuánto comenzaron a realizar estas intervenciones con otros hospitales?

Llevamos ya dos años haciendo esto con cirujanos de León, Asturias, Barcelona… Y ahora el País Vasco. Empezamos a finales del 2023 porque nosotros -a raíz de la población envejecida que tenemos en Ourense- contamos con mucha experiencia y hacemos multitud de tratamientos de fracturas en gente muy mayor y con una calidad de hueso muy mala. Ahí surge la casuística y por eso vienen a vernos, por la experiencia que tenemos. Llevamos 21 años haciendo prótesis de hombro tanto en fracturas como en otras patologías, es nuestra especialidad.

¿Cómo es esta cirugía?

Es compleja porque sustituye por una prótesis a una articulación que es muy inestable, que es el hombro. Tienes que acondicionar al paciente para el implante dándole movilidad y en el caso de hoy -por ejemplo- cuando vienen, como son cirugías primarias, estas se hacen sobre todo en artrosis de hombro o en patología degenerativa.

¿Cómo mejora la calidad de vida de quienes se someten a estas cirugías?

Muchísimo. Estamos hablando de hombros o brazos que no se moverían, pseudo-paralíticos, que pasan a ser brazos funcionales que nos sirven para peinarnos, comer, hacer nuestra higiene personal y relacionarnos con el medio. Es quitar dolor y aumentar la función que no tendrían de otra manera. Sería un brazo o un hombro que no funcionaría.

Sitúan a Ourense como un referente…

Lo es por la población, que es muy envejecida. Sobre todo en pacientes mujeres, la osteoporosis hace una mella bestial con una fragilidad ósea. Si se caen desde su propia altura, rompen el hombro en cien mil pedazos, y eso nos obliga a no poder restaurar esa anatomía con otro tipo de cirugía que no sea una prótesis. Podría decir que un 40% de la población tiene los tendones rotos, pero aún no lo sabe. Poco a poco eso se va rompiendo algo más y cuando alcanzan la séptima década, esos tendones no existen prácticamente y eso provoca una artrosis. Estamos en una población muy longeva. Japón y Ourense son referentes de centenarios. Nosotros lo vemos todos los días.

¿Hay otras cuestiones que influyan en la demanda en este tipo de intervenciones?

A nosotros nos ha tocado vivir esta situación en una población envejecida y demandante. Aunque yo hago mucho hincapié en la prevención, porque en medicina es lo más importante. Tratar es el último recurso. Y es inherente a la edad. Si tú vives muchos años evidentemente tus tendones van a gastarse y romperse y desaparecer.

¿Cómo son los tiempos de espera para someterse a esta cirugía?

En el caso de fracturas es inmediato. Nosotros tenemos un protocolo. Antes de los seis días casi todos los pacientes con fractura compleja de hombro que necesita una prótesis están operados, y en el caso de las patologia degenerativa somos muy sensibles a la situación del paciente, por lo que seguimos las prioridades médicas establecidas. Hay una prioridad 1 que son tumores, 2 que son gente que tienes que operar en un plazo muy concreto y la 3 que es el régimen general, con pacientes que están en lista de espera y no tienen una connotación social que implique celeridad.

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