EL MACHISMO NO CESA
La violencia de género no da tregua: 2,4 denuncias al día en Ourense
TEMPORAL EN OURENSE
Accidentes, apagones, árboles arrancados y una rutina trastocada por el vendaval y la lluvia fue el rastro que dejó este miércoles el temporal provocado por la borrasca Kirk, que desde la madrugada hasta primera hora de la tarde dejó acumulados de casi 100 litros por metro cuadrado y rachas de viento máximas de hasta 182 kilómetros por hora en Pena Trevinca. La provincia sufrió los efectos de la borrasca Kirk, que golpeó con especial intensidad a primera hora de la mañana, hora en la que se producían la mayoría de desplazamientos, aunque no hubo que lamentar desgracias.
El viento, con su furia desatada, fue más protagonista que el agua. Durante las primeras horas la ciudad sintió la embestida de los vientos, con rachas de más de 55 kilómetros por hora, pero más de 90 km/h en muchos puntos del rural. La mayor intensidad se vivía en la montaña ourensana, con hasta 182 km/h en Lardeira (Carballeda de Valdeorras).
Las incidencias se reprodujeron en toda la provincia, aunque el susto más grande se sintió en la ciudad, ya que un árbol de grandes dimensiones se desplomaba al lado del colegio Salesianos en torno a las nueve y media de la mañana, justo cuando miles de jóvenes comenzaban sus clases. En todo caso, no hubo que lamentar heridos y los operarios, que acordonaron la zona, lograron retirarlo a mediodía.
Los bomberos y la Policía Local tuvieron que intervenir en múltiples lugares, acompañados de efectivos de Protección Civil, que fueron los encargados de acordonar todos los parques y jardines (parque Barbaña, parque Miño, Posío…) de la ciudad. Todos ellos seguirán cerrados al menos hasta las primeras horas de hoy, cuando los técnicos de Medio Ambiente evaluarán si hay riesgo de más caída de árboles pese a que la tormenta y los vientos intensos ya hayan pasado a mejor vida.
Y es que los árboles se convirtieron en los protagonistas del día, se desplomaron sobre coches, edificios, carreteras, vías del tren… A primera hora, se produjeron retenciones kilométricas por la caída de ejemplares en la N-120 a la altura de Velle y en la A-52 entre A Cañiza y Ribadavia una decena de árboles yacían tirados en la carretera, complicando la circulación. Los bomberos de la urbe tuvieron que actuar por la caída de árboles en la avenida de Marín y en otras zonas como la calle Pablo Picasso de O Couto (un ejemplar embistió a un coche) o As Lagoas y la zona de Palmés.
Los desprendimientos de tejas y otros elementos de las fachadas también obligaron a intervenir a las emergencias en Marcelo Macías o Ramón Puga (donde cayó una farola), aunque el mayor susto se produjo en la rúa Camiño Caneiro, en el entorno del Campus, donde volaron chapas de aislamiento de una obra por los aires, quedando esparcidas por toda la calzada durante horas y obligando a cortar el tráfico. También se tuvo que cortar otra vía, la calle Reza, por desprendimientos en la noche del martes en un edificio abandonado y que pudieron causar una desgracia. Afortunadamente, la Policía Local pudo acordonar la zona y los bomberos aseguraron la fachada, pero los vecinos advirtieron que la caída de cascotes es un problema recurrente.
Las actividades deportivas también sucumbieron y la mayoría de clubes suspendía este miércoles sus entrenamientos.
En el resto de la provincia, Celanova y Baixa Limia se llevaron la palma de las emergencias. Retirada de árboles que impedían la circulación por carreteras, desprendimientos de tejas y cubiertas, así como desplazamientos de contenedores fueron la tónica en las comarcas de Terra de Celanova y Baixa Limia, obligando a duplicar los esfuerzos de los efectivos de emergencia y de las fuerzas y cuerpos de seguridad. En la villa de San Rosendo hubo que cortar la calle Celso Emilio Ferreiro en un tramo por la caída del falso techo de un edificio. Hubo que cortar también la carretera que une la villa celanovesa y A Merca por caída de árboles -también en Bande y zonas de la alta montaña (Manzaneda, Chandrexa, O Bolo o Montederramo) hubo cortes por ejemplares en la calzada-.
En Carballiño, cayó un poste eléctrico y se desmoronó un muro en el barrio de Toscaña. En Ribadavia, la mayor incidencia se produjo en los jardines, donde se desplomaron varios árboles. En O Barco, se desbordó el arroyo Mariñán, anegando varias calles.
Los problemas se extendieron a las comunicaciones y la energía. Hasta 5.600 viviendas o locales comerciales de la provincia se quedaron sin luz en algún momento del día por la afección de la borrasca Kirk, según UFD, la distribuidora eléctrica de Naturgy. Los municipios más afectados fueron Entrimo, Cartelle, Cea, Ribadavia, Nogueira, Toén, Carballeda de Avia y Ramirás, debido a caídas de árboles sobre el tendido. También se cortó la circulación de trenes por la vía del Miño entre Vigo y Ourense por la caída de árboles y hubo cuatro horas de retraso en el tren que salía de Ourense a las 8,00 dirección Madrid.
Contenido patrocinado
También te puede interesar
EL MACHISMO NO CESA
La violencia de género no da tregua: 2,4 denuncias al día en Ourense
Los ingenieros agrícolas de Ourense renuevan su cúpula
Pepe Paz, presidente do Colexio de Enxeñeiros Agrícolas: “Temos que facer un novo rural con mais industrias agroalimentarias”
UNO MENOS QUE EN 2022
Ourense se acerca a su récord de colisiones provocadas por animales
CULTURA EN EL RURAL
La Red Provincial de Auditorios de Ourense alcanza los 7.500 espectadores
Lo último
PLANES EN OURENSE
Agenda | ¿Qué hacer en Ourense hoy, martes 23 de diciembre?
ESQUELAS DE OURENSE
Las esquelas de este martes, 23 de diciembre, en Ourense
CONSULTA EL DOCUMENTO
Hacienda congela, otra vez, los fondos al Concello de Ourense