La licitación del Barbaña se hará en abril del 2024

El Gobierno se compromete a licitar con fondos propios el saneamiento integral del río Barbaña, ante la alta probabilidad de perder la cofinanciación europea comprometida. La Asociación de Empresarios del Polígono de San Cibrao das Viñas se reunió este miércoles con el presidente de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil (CHMS), José Antonio Quiroga, para informarse sobre el estado del proyecto de saneamiento del Barbaña.

En la reunión, Quiroga les confirmó, como había adelantado este periódico, que la tramitación ambiental se había suspendido por “deficiencias” en el proyecto, si bien aclaró que se ha solventado el problema y, a falta de algunos trámites administrativos, se podrá finalizar la evaluación ambiental entre los meses de diciembre y enero. El problema en el proyecto surgió con un tema relacionado con los olores, que ha provocado que haya que cambiar algunos parámetros, lo que ha encarecido el coste total del saneamiento en dos millones de euros, con lo que superará los 32 millones en total.

Garantías para el proyecto

En todo caso, Quiroga garantizó a los empresarios del Polígono de que el proyecto se acometerá aunque se pierda la financiación europea (la fecha límite para justificar el gasto vence el 31 de diciembre de 2023), en caso de que no se consiga una prórroga de la misma. Así, desde la CHMS aseguraron que el Estado asumirá con fondos propios el coste total de la obra.

Además, avanzan que se espera que a licitación se activa entre los meses de marzo y abril, una vez superado este largo trámite de evaluación ambiental.

Los empresarios mostraron su tranquilidad por este compromiso mostrado por Quiroga, a su salida de la reunión, si bien matizaron que seguirán “muy encima” para que se ejecute la actuación “lo más pronto posible” y no haya más retrasos, como los registrados hasta ahora.

Y es que desde el colectivo empresarial presidido por José Antonio Rodríguez Araújo, creen que “no son admisibles más demoras ante un problema medioambiental de primer orden que ha costado cuantiosas multas al Concello de San Cibrao y que tiene un coste reputacional para un área industrial que lleva años esforzándose para ser modélica desde el punto de vista medioambiental, al igual que todas sus empresas”.