La lista de espera en guarderías cae a la mitad en el estreno del “gratis total”

Respecto a 2019, son tres veces menos los niños que se quedan ahora sin plaza en una escuela infantil pública de la provincia

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Las familias que quieren inscribir a sus hijos de entre 0 y 3 años en una guardería pública se enfrentan en el mes de mayo al quebradero de cabeza de los listados de admitidos y en espera en estos centros. En muchos casos, los padres se ven obligados a buscar alternativas en la concertada y en la privada. El número de plazas en las escuelas infantiles públicas de la ciudad se queda tradicionalmente escaso para el volumen de demanda que hay: centros como Antela, Colón o el Intergeneracional de A Farixa dejaban fuera a decenas de niños. La lista de admitidos de 2022 deja un panorama totalmente diferente: la lista de espera en los centros destinados a pequeños de 0 a 3 años en la provincia se ha reducido a la mitad en comparación con el año pasado. La rebaja conseguida en la lista de espera coincide con el primer año en el que la Xunta, a través de la Consellería de Política Social, implanta la medida de escuela “gratis”en Galicia, tanto para matrículas en centros públicos como en privados, lo que puede liberar considerablemente la sobredemanda en las públicas de Ourense. El acceso de los niños a cualquier guardería es gratis por primera vez, ya que antes solo se favorecía a segundos hermanos matriculados: la medida beneficiará, según datos de la Xunta, a 3.000 niños ourensanos, lo que implica una inversión superior a 5,7 millones.

¿Por qué hay vacantes?

Los datos de inscritos en escuelas infantiles de titularidad pública en la provincia siguen la tendencia de los últimos años, en consonancia con el descenso de la natalidad: hay 811 niños admitidos, 57 menos que en 2021. Una de cada tres plazas en la veintena de escuelas infantiles se queda vacía, un porcentaje que asciende ligeramente este curso hasta el 35% de plazas vacantes. La explicación de por qué hay lista de espera si hay vacantes en un centro tiene que ver con el imperativo legal que obliga a reservar un número de plazas para emergencia social y por la “limitación” de plazas según grupos de edad (los niños se distribuyen de 0 a 1, de 1 a 2 y de 2 a 3 años). Es decir, una escuela puede tener vacantes y, sin embargo, tener lista de espera porque uno de esos tres cupos de edad esté muy completo.

La lista de espera en la provincia para este 2022 en escuelas de titularidad pública (las llamadas “A Galiña Azul”) es de 112 niños. De estos, 100 buscan su plaza en escuelas infantiles de la ciudad. La guardería Antela tenía el año pasado a 67 niños en espera, ahora son apenas 10 en esa lista. En A Farixa han pasado de 21 pequeños en espera a 16. La escuela de la rúa Colón logra reducir a la mitad su espera: en 2021 eran 46 niños los que aguardaban por plaza y ahora son 23. En el centro intergeneracional ha descendido la espera de 41 a 33 pequeños. Por último, en Barrocás pasaron de 43 niños sin plaza a 18. Si nos remontamos a 2019, en ese mes de mayo había 352 niños de la provincia que se habían quedado sin su plaza elegida en un centro público de Ourense. Tres años después, son tres veces menos los pequeños que esperan por un puesto en una guardería ourensana.

A pesar de lo logrado en la ciudad en esta primera inscripción, la falta de plazas en escuelas públicas sigue generando listas de espera y quebraderos de cabeza a las familias que se ven obligadas a llevar a sus hijos a una guardería privada o a otra pública que no esté en sus preferencias. Sin embargo, el rural acrecenta en 2022 su clásica dificultad para cubrir plazas. Solo en O Carballiño y Oímbra se genera una pequeña lista de espera, con 7 y 5 niños fuera respectivamente. Sin embargo, la mayoría de guarderías no logra llenar ni la mitad de plazas que oferta.

El rural ourensano

El caso más dramático es el de Paderne de Allariz: hay nueve niños admitidos en una escuela que se inauguró el año pasado con apenas cuatro solicitudes para 41 plazas. Le sigue Cartelle, con solo seis matriculados (y de estos, solo dos son niños nuevos) para 20 plazas, un matriculado menos que el año pasado. También tiene seis inscritos la de Xunqueira de Ambía (20 plazas), que el curso pasado conseguía 10 inscripciones. En Muíños se permiten una pequeña alegría: si el año pasado era la escuela con menos inscripciones (6), este 2022 ha logrado atraer a 10 niños, la mitad de plazas que ofrece.

Por otro lado, la lista de espera se ha reducido a cero en escuelas infantiles públicas que, aunque están fuera de la ciudad, no solían tener problemas para cubrirse. Es el caso de Ribadavia, que el año pasado dejó a 3 inscritos en espera y este año apenas logra cubrir la mitad de plazas: hay 21 inscritos para 48 plazas y nadie en la lista de espera. También Coles, que en 2021 dejaba a cinco menores en espera, este año no tiene espera, aunque sí logra completar 19 de sus 20 plazas.

Estos listados no son definitivos y pueden variar ligeramente, ya que hay familias que se anotan en varias escuelas a la vez, pero aún tiene que abrirse el periodo de formalización de matrícula.

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