La lucha de “Free Lusquiños” continúa a pesar del Concello de Ourense

Los jóvenes ourensanos siguen movilizándose para que el Espazo Lusquiños reabra. Una lucha que ayer tuvo como escenario el bar Antigua O’Renque, después de que el Concello de Ourense vetara los conciertos anunciados por la iniciativa “Free Lusquiños”.

Con motivo de la negativa del alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, a que estos músicos tocaran en la calle del Paseo el 15 de julio, esta acción tuvo que encontrar otro sitio. Así fue como a las 19:00 horas de la tarde la música comenzó a salir del Renque. El bar completó aforo con motivo de la iniciativa donde también se realizó una recogida de firmas para reclamar la reapertura.

“Cedo el espacio porque pienso que la cultura tiene que tener espacios públicos. De lo contrario están ofreciendo cultura a una élite que no es el pueblo en general”, afirmó la administradora de Antigua O’Renque, Antía Balvís.

Unas 70 personas acudieron al bar, donde también se recogieron firmas para reclamar la reapertura

El concierto contó con la participación de los siguientes grupos: Fire Plug, Burning Ashes, Bloom, 3 de Copas, Rompetechos, Josemi y Piratas sen Parche, aunque la organización animó previamente a cualquier banda musical que hubiera sido usuario del Espazo Lusquiños a que participara en el evento. También estuvo presente el grupo municipal socialista, quienes lamentaron que este movimiento tenga que recurrir a un espacio privado para continuar con su protesta.

“Co actual governo do Concello de Ourense as iniciativas culturais semellan non ter espazo nas rúas e prazas públicas, nin sequera aquelas que persiguen unha mellora para a veciñanza”, señaló la portavoz de los socialistas ourensanos, Natalia González.

El Lusquiños era un lugar donde innumerables agrupaciones musicales, cinematográficas o artísticas comenzaron su recorrido en la ciudad. Desde su cierre, nada se ha vuelto a saber del devenir del espacio, quien actualmente presenta visibles signos de abandono.

El Concello de Ourense, después de no organizar ninguna actividad recreativa y musical durante el verano, dio la orden el pasado 11 de julio de desautorizar la ocupación de 10 metros cuadrados en la principal calle donde se pretendían convocar estos conciertos reivindicativos. La solicitud había sido realizada por el BNG tras mantener una reunión con los usuarios del espacio.

Sin embargo, fue el propio alcalde quien denegó esta propuesta aludiendo a que la autorización no se ajustaba a la normativa de utilización de espacios públicos y que la calle no era “un espacio adecuado para actividades que supongan una gran concentración de gente”. Este espacio municipal enfocado a la juventud cerró sus puertas en febrero del año pasado. Desde el gobierno local aseguraron que tenían pensado reformularlo y desarrollar un nuevo proyecto “súper innovador”. Sin embargo, no se han vuelto a tener noticias de este lugar icónico para los jóvenes.