Luis Manuel Cuña Ramos: "La Orden de Malta tiene relación diplomática con más de 100 países"

Entrevista a Luis Manuel Cuña Ramos, prelado de la Orden de Malta

Publicado: 31 dic 2023 - 07:00 Actualizado: 31 dic 2023 - 07:46

Luis Manuel Cuña Ramos
Luis Manuel Cuña Ramos

El sacerdote ourensano Luis Manuel Cuña ha sido nombrado recientemente nuevo prelado de la Orden de Malta, una institución que conoce bien, ya que participa en ella como voluntario desde el 2013.

¿Qué significa ser prelado de la Orden de Malta?

Lo que es el prelado lo define la Carta Constitucional de la Orden y el Código Melitense que, además del derecho canónico, son las órdenes propias de la Orden de Malta. Por lo tanto, hay que entender que es una cosa excepcional, es una orden religiosa en la que hay 60 religiosos. Además, hay más de 40.000 voluntarios y una serie de sacerdotes, los llamados capellanes, que asisten en la parte espiritual y de formación a dichos voluntarios. El prelado es el superior de toda esa gente.

¿Cuáles serán sus funciones?

El prelado se ocupa de que estos capellanes ejerzan su ministerio en las distintas obras de la Orden, según el espíritu de esta, y que se ocupen de la formación de los voluntarios y caballeros. Aparte de eso, colaborar con el Gran Maestro, que es el superior en la Orden, y con el Gran Comendador, que es el superior inmediato de los religiosos en la formación espiritual.

Además, la Orden como estado sin tierra tiene relación diplomática con más de 100 países, con embajadores con esos países, emite moneda, es miembro observador permanente en Naciones Unidas y en la Comisión Europea. Esta soberanidad es un medio para lograr sus misiones, que son la defensa de la fe y el servicio a los pobres.

¿Cómo se enteró de su nombramiento?

El lunes 18 de diciembre, estaba con un grupo de señoras de la parroquia de San Pedro de Moreiras que habían venido a ver los belenes en el Obispado y después las invité a un chocolate con churros. Tras esto, estábamos en el patio para recoger los coches recibo una llamada, veo que es un número italiano, contesto y me dicen: “Soy secretario del sustituto de la Secretaría de Estado, el Santo Padre le ha nombrado prelado de la Orden de Malta”. De repente me puse nervioso y le dije que pensaba que no era la persona adecuada, a lo que me contesto: “Sí, el Santo Padre lo ha prensado y decidido, por lo que usted es la persona adecuada”. Durante muchos años, desde el 2013, soy voluntario de la Orden, así que conozco las distintas obras, los campos que tiene para asistir en verano a jóvenes con discapacidad.

¿Recibió muchos mensajes a raíz de la noticia?

Los primeros días fueron de locos. Hasta hace dos días aún estaba contestando whatsapps, ¡no me daba la vida! He recibido también muchos mails de embajadores, que te los mandan no tanto por la persona como por el cargo, pero que tienes que responder porque es una forma de educación y de tejer relaciones. Yo soy una persona de calle, de acompañar en los servicios a la gente sin hogar, llevarles la comida…

¿Dónde va a vivir?

Viviré en Roma. Al ser una persona que está al lado del Soberano Consejo, que es el Gobierno Central de la Orden, tengo que estar normalmente viviendo en Roma, aunque cuando me haga al cargo me tocará visitar las distintas asociaciones nacionales, hacer peregrinaciones. Estaré en Roma, pero moviéndome. Obviamente, tampoco abandono Ourense, en vacaciones y en cuanto pueda evidentemente vendré.

¿En qué fecha se va a Roma?

Es una de las muchas cosas que tengo que enterarme. Sé que voy después de Reyes cuatro o cinco días para enterarme de cosas concretas, supongo que habrá una misa solemne de inicio de ministerio y luego también tengo que enterarme de dónde voy a vivir.

¿Cuántos idiomas habla?

Hablo español, gallego, italiano e inglés. De hecho, cuando hablo en italiano e inglés pienso en esos idiomas no voy traduciendo.

Usted conoció a la Madre Teresa de Calcuta, ¿cómo fue su encuentro con ella?

Fue un encuentro en Roma, en un periodo en el que estaba un poco en crisis. Pasaba por una casa de las monjas en El Vaticano y se me cruza un coche que iba a entrar en el edificio, entonces miro y estaba el chófer, una monja y Madre Teresa. Me acerqué, ella bajó el cristal y le dije en inglés: “Madre, rece por mí que no quiero hacer la voluntad de Dios”, entonces ella me dijo: “Padre, pídele a Jesús enamorarte de él cada día y empezar de nuevo cada día, ese es el secreto”.

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