María Socorro, enfermera del CHUO: “El ostomizado debe dejar de esconderse y tiene que ocupar un lugar normal“

El Día Mundial del Paciente Ostomizado se conmemoró este sábado, una condición que hay que normalizar socialmente, en palabras de la enfermera de la unidad de ostomías del CHUO, María Riveiro García. La enfermera creó este 2024 creó un espacio de “Axuda Mutua”, una iniciativa que ha tenido muy buena acogida. Y es que en Ourense se realizan cada año alrededor de 150 ostomías.

La persona ostomizada es aquella que tras una cirugía se le realiza una abertura artificial en el abdomen (llamado estoma). Sobre esta abertura se coloca una bolsa para recoger las heces y orina. Existen varias causas que llevan a una persona a que le pratiquen una ostomía, por ejemplo, como resultado de distintas patologías o enfermedades intestinales.

¿Por qué es importante visibilizar el Día Mundial del paciente ostomizado?

Es fundamentalmente para dar visibilidad a estas personas que todavía siguen escondidas. Sería bueno que entre todos les dejáramos ocupar un lugar de manera normal en la sociedad, sin tener que esconderse. Aún cuesta un poco. Llevamos ya varios años poniendo en relieve este día el primer sábado de octubre. Cada año se realizan diferentes actos en los hospitales que generalmente van encaminados a presentar una mesa que dé visibilidad en el centro sanitario.

¿Es la visibilidad uno de los mayores desafíos que enfrentan?

Ellos no se sienten aún cómodos entre los demás. Siempre están con ese miedo al rechazo en la familia, trabajo, o en su vida social. No se acaban de sentir integrados. Después, a nivel personal, necesitan, sobre todo, bajo mi punto de vista, atención especializada de personal sanitario formado en estomaterapia. Expertos que pudieran dar una atención integral, no solo física, sino también psicológica. Personas expertas que pudieran cubrir más las necesidades de su vida diaria, así como sus complicaciones.

¿Cómo aborda el aspecto emocional en el cuidado de los pacientes?

El cuidado emocional es muy complejo, yo lo abordo dentro de la programación quirúrgica, que es cuando le damos la noticia, cogiéndole de la mano, dejándoles llorar, escucharlos, es quizás el primer pilar. Y en ese primer momento, decirle que estamos ahí para ayudarle. Luego, concertamos una cita con la enfermera y el paciente. Siempre les invito a que no vengan solos, a que vengan acompañados de alguien que ellos elijan y con el que se sientan cómodos. También trabajamos el ámbito físico, los cuidados de higiene, de vestido, de alimentación, de viajes, de ocio, de deporte, de vida social y el tema emocional. Y en este tema emocional, pues yo lo trabajo escuchándolos. Si abordo esa primera consulta, con distintas preguntas, yo les doy algunos consejos y, según necesidades, los derivo al médico de cabecera o a un psicólogo.

Se ha encargado de crear un grupo de ayuda mutua… ¿Qué puede contar de esa iniciativa?

Hay distintos estudios realizados, donde ya se ha demostrado que las personas mejoran una vez que participan activamente en estos grupos. Entonces, yo con esto hice un proyecto con el título de “Axuda Mutua” para pacientes hospitalizados y familiares. Y lo presenté en el complejo en unas jornadas de humanización, unidad que dirige Belén Piñeiro, quien facilita mucho las cosas. Fue en mayo de este año cuando arrancamos. La verdad es que ha tenido buena acogida. Hasta donde yo sé, es el primer lugar de Galicia donde se realiza y los pacientes están muy satisfechos. En el grupo realizamos diferentes talleres, el viernes tuvimos uno de alimentación, pero también hemos hecho mindfulness o musicoterapia. Son ellos quienes los marcan, yo estoy un poco de apoyo, de guía, y para facilitarles, por ejemplo, el lugar de la reunión. Pero bueno, me gusta que trabajen de forma independiente.

¿Qué mensaje le gustaría transmitir?

Tenemos que interiorizar que la bolsa es la solución al problema. Y recordarles que no están solos, que es muy duro, muy difícil, pero que en el camino van a estar acompañados por esta unidad, que siempre va a estar para tenderles la mano.