Matemáticos de primera en el IES Blanco Amor de Ourense

Ocho alumnos de secundaria del centro ourensano IES Blanco Amor resultaron vencedores en la categoría de 1º de la ESO del XXXI Rally Matemático sen Fronteiras. En la competición participaron un total de 1.600 estudiantes de colegios de toda la comunidad gallega.

Ourense, cantera de científicos

La cantera científica del IES Eduardo Blanco Amor no deja de crecer. Ocho de sus alumnos resultaron vencedores en la categoría de 1º de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) del XXXI Rally Matemático sen Fronteiras, celebrado la pasada semana e impulsado por la Institución Galega da Ciencia (Igaciencia). Alejandro, Manuel, Martín, Eva, Xuliana, Lucía y Martiño, los ganadores, todavía no se lo creen, sobre todo, al recordar los primeros días de preparación. “As primeiras sesións eran un descontrol”, segura Benjamín Macías, su profesor de Matemáticas, quien los animó a participar. “Es verdad, eran un caos”, reconoce Manuel Álvarez, uno de los alumnos.

La competición, en la que participaron un total de 1.600 alumnos de toda Galicia, se realiza por equipos, por lo que era necesario juntar a ocho estudiantes interesados en las matemáticas. “Nos apuntamos varios a los que nos gustan mucho, y también hubo gente que aunque de primeras no quería venir porque no le gustan tanto, lo hizo para completar el equipo”, explica Álvarez. Las sesiones formativas se centraron, sobre todo, en la resolución de problemas en grupo. “Nos juntamos mucho para practicar el trabajo en equipo, algo que no podíamos hacer en casa”, añade.

La primera fase del certamen la realizaron en el propio centro, y lograron clasificarse para la fase final, en la Facultad de Química de la Universidade de Santiago de Compostela (USC). “La fase de centros no nos pareció tan complicada, pero al ir a la de Galicia sí que pensamos que iba a ser muy difícil”, señala Álvarez. Martiño Fernández, otro de los alumnos, asegura que el nivel de dificultad era variado: “Había algunos ejercicios muy fáciles, pero en otros ya había muchos datos, operaciones distintas, razonamientos… cosas así”. Los ocho reconocen la preocupación al acudir a la prueba: “Estábamos muy nerviosos”.

Pero en la final el equipo demostró lo aprendido. “Eran cinco ejercicios y el primero había que entregarlo en diez minutos, así que los cuatro a los que se nos dan mejor las matemáticas lo hicimos, mientras los otros cuatro hacían el segundo. Cuando entregamos el primero, los ayudamos, y al entregarlo, nos dividimos en grupos de dos y un grupo iba ayudando al resto”, detalla Álvarez. “Fixérono moi ben, ese día funcionaron espectacularmente como grupo”, explica su profesor Benjamín Macías.

Ahora, ya con la victoria bajo el brazo, reconocen que les gustaría repetir. “De primeras yo no quería ir, no me apetecía, pero fue una experiencia muy chula, sobre todo ir a Santiago y conocer a tanta gente”, asegura Eva González. Macías destaca la participación de las estudiantes, aunque todavía no es paritaria.

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