La negativa al Avant gratuito acentúa los agravios ferroviarios ourensanos

Tarifas más elevadas, horarios inútiles o estar a la cola en la ejecución de la intermodal, otros problemas enquistados

Publicado: 26 jul 2022 - 03:12 Actualizado: 26 jul 2022 - 19:28

La estación sigue sin proyecto de reforma pese a las promesas. En el resto de Galicia, sí se ha desbloqueado. ÓSCAR PINAL
La estación sigue sin proyecto de reforma pese a las promesas. En el resto de Galicia, sí se ha desbloqueado. ÓSCAR PINAL

La mejora de las prestaciones ferroviarias en la provincia de Ourense ha tenido en todo momento unos efectos muy positivos en el uso del tren por parte de los ourensanos, que lo ven como un medio útil y competitivo cuando se les ofrece en unas condiciones dignas. Sin embargo, son muchos los inconvenientes que todavía tienen que soportar y, a mayores, ven como decisiones políticas suponen una discriminación respecto a otros puntos de Galicia.

El último agravio se ha producido con la medida del Gobierno central de bonificar al 100% los bonos multiviajes en las rutas de cercanías y media distancia a partir del 1 de septiembre, unas condiciones a las que no se podrán acoger los usuarios del Avant entre Ourense, Santiago y A Coruña, que se tendrán que conformar con el descuento del 50% pese a que los viajes que se realizan principalmente son por motivos académicos o laborales, los argumentos esgrimidos por el Ejecutivo para explicar la decisión.

EXIGENCIAS SIN ÉXITO

Aunque la respuesta ha sido unánime de todo el arco político ourensano para exigir una rectificación, las esperanzas en conseguirlo son escasas, a semejanza de lo sucedido con el problema enquistado del “tarifazo” de los Avant, cuyos precios por kilómetro son un 70% más elevados de los del corredor atlántico, pese a las semejanzas entre ambas líneas.

Así, pese a tener Moncloa sobre la mesa desde 2018 varias peticiones unánimes del Parlamento de Galicia para adoptar una rebaja en las tarifas entre Ourense, Santiago y A Coruña, los ourensanos tienen que afrontar costes mucho más elevados que los vigueses, pontevedres, santiagueses o coruñeses.

En los Avant, pese a contar con un número de frecuencias digna, hay otro mal que llegó con el covid y al que todavía no se le ha puesto remedio. Se trata de la eliminación del “tren madrugador” que partía de la estación de Ourense a las 6,45 horas y permitía llegar a Santiago al inicio de la jornada laboral. Desde la pandemia, la primera hora para coger el servicio es a las 7,55 horas.

MÁS CASOS

La imposibilidad de llegar en tren desde Ourense a primera hora del día no es un caso exclusivo de Santiago, sino que lo mismo sucede en las relaciones con Vigo y Lugo, conexiones en las que tampoco existen trenes que permitan llegar a tu puesto de trabajo a tiempo.

En este sentido, los horarios son también ciertamente inútiles en los servicios de Carballiño y Ribadavia con Ourense, reducidos a la mínima expresión hace ya años, pero con el hándicap añadido de que es imposible realizar las idas y vueltas en el mismo día, lo que obligaría a esos usuarios a trasnochar en el lugar de destino para regresar en tren a sus casas.

INFRAESTRUCTURAS

Los agravios ferroviarios ourensanos se pueden encontrar también en materia de infraestructuras. Así, aunque los AVE llegan desde el pasado mes de diciembre a la estación de Ourense, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) ha relegado al último peldaño de preferencias la ejecución de la intermodal de A Ponte pese a que su tramitación arrancó más o menos en el mismo momento que el resto.

De esta forma, el Gobierno ha aplazado ya a finales de año la aprobación de un proyecto ya recortado respecto a las promesas iniciales, todo cuando la propia Ministra de Transportes, Raquel Sánchez, prometió que las obras se licitarían en el primer semestre de este ejercicio.

Ese concurso no llegó, pero sí se desbloqueó la estación en A Coruña, pese a que el proyecto se había enquistado. Con una inversión de 80 millones desbloqueada, la terminal herculina estará en obras en los próximos meses, sumándose así a los trabajos en marcha en la intermodal de Santiago.

Mientras, en la otra ciudad del sur de Galicia como es Vigo, hay una nueva estación en servicio desde hace varios años, a lo que se sumó en 2021 la parte comercial y la humanización de todo el entorno. Mientras, Ourense espera, como en tantas otras cosas en clave ferroviaria.

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