Siete nuevos radares de velocidad vigilan todas las entradas a la ciudad de Ourense

CONTROL DE LA CIRCULACIÓN

Siete nuevos radares blindan todas las entradas de la ciudad de Ourense. Habrá también uno móvil, dotado de un trípode, que se desplazará por los distintos puntos de la urbe

Publicado: 24 sep 2024 - 23:09 Actualizado: 25 sep 2024 - 14:10

En la parte superior izquierda, la imagen muestra el radar oculto en la rúa Seixalbo, que se encuentra tras la copa de un árbol; debajo se sitúa el de la calle Nosa Señora da Sainza; mientras que a la derecha se puede observar el de Peña Trevinca.
En la parte superior izquierda, la imagen muestra el radar oculto en la rúa Seixalbo, que se encuentra tras la copa de un árbol; debajo se sitúa el de la calle Nosa Señora da Sainza; mientras que a la derecha se puede observar el de Peña Trevinca.

Días después de que se instalara el primer radar fijo en la ciudad, ubicado en la N-525 a su paso por Rabo de Galo, este martes se acometió la instalación de los siete radares fijos que el Concello preveía poner en funcionamiento antes de final de año en diferentes puntos de la urbe ourensana. Todavía no estaban activos, a falta de la colocación de las señales correspondientes.

Siete radares fijos que servirán para controlar la velocidad en diferentes barrios de la ciudad como Seixalbo, la Saínza o el barrio de A Ponte. El objetivo con el que justificaba el Concello la instalación de estos radares es el de reducir los accidentes de tráfico al limitar velocidades y multar a los que excedan los límites.

Concretamente, están ubicados en la calle Otero Pedrayo, en Eulogio Gómez-Franqueira, en la avenida de Marín, en el kilómetro 571 de la N-120, en la rúa Seixalbo, en la calle Peña Trevinca y en Nosa Señora da Saínza.

Ubicación de los radares fijos de Ourense.
Ubicación de los radares fijos de Ourense.

La instalación de estos cinemómetros llamó este martes la atención de los ourensanos, a quienes les sorprendió especialmente el que se instaló en la rúa Seixalbo, a la altura de los concesionarios, ya que está ubicado tras la copa de un árbol, con nula visibilidad para los conductores.

En algunas de las carreteras donde se instalaron la velocidad máxima será de 50 kilómetros por hora. Además, también estará controlada por un radar móvil que estará dotado de un trípode, el cual permitirá que pueda ser desplazado por los distintos puntos de la ciudad con relativa facilidad.

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