La ourensana Generosa no se quedará sin comer: “Mis hijos se turnarán para cocinar”

Familiares de usuarios buscan fórmulas para paliar el cierre del Comedor sobre Rodas dictado por el Concello desde este miércoles

El último menú para Generosa consistió en lentenjas, codillo con grelos, postre y pan
El último menú para Generosa consistió en lentenjas, codillo con grelos, postre y pan

Generosa, vecina del barrio de A Chapa, sufrió un ictus hace un año. Las secuelas afectaron a su movilidad y equilibrio, haciendo que su familia acudiera a los Servicios Sociales del Concello de Ourense, pidiendo que se le incorporara al servicio de Comedor sobre Rodas, lo que le permitió mantener cierta autonomía.

Una situación similar sufrieron los suegros de Marcos. Ella arrastraba una dolencia y él no podía valerse por sí mismo, por lo que hace cuatro años comenzaron a recibir los menús. Cuando él se quedó solo, siguió siendo beneficiario de esta ayuda. Hasta ayer, que se despidió de los repartidores tras el último servicio.

Tanto Manuel, hijo de Generosa, como Marcos reconocen que su situación es privilegiada, puesto que las circunstancias familiares de ambos les van a permitir que la madre del primero y el suegro del segundo sigan atendidos. Así, Manuel señala que se turnará con el resto de hermanos para hacerle la comida a su madre, pero sabe que se trata de algo excepcional entre los últimos 58 usuarios del comedor, que hoy ya no han recibido su comida.

Por su parte, Marcos se ha tomado las cosas “con cierta resignación”. “Mi suegro estaba adaptado al sistema, cocinaba lo mínimo. Nosotros nos apañaremos porque le llevaremos la comida, o cocinaremos en su casa. Estábamos esperando, a ver si llegaba una solución a última hora. Empezaremos a llamar la semana que viene, a ver qué solución nos ofrecen”, explica

Respecto a su experiencia con el servicio, Manuel califica las raciones de “perfectas, por calidad y cantidad”. El menú de despedida para Generosa, bajo en grasa, consistió en lentejas y codillo con grelos.

Marcos, cuyo suegro lleva usando el servicio algún tiempo más, sí señaló que los menús “habían bajado un poco la calidad el último año, no así el trato con los repartidores”.

Ambos afectados recuerdan cómo vivieron la extinción del servicio. En ambos casos, todo comenzó con una llamada. “En febrero nos dijeron que pensaban cambiar de empresa”, relata Marcos, “y hace diez o doce días, en una segunda llamada, ya se nos dijo que el 27 cerraba el servicio”.

Por su parte, Manuel recibió una carta de la Concellería de Servicios Sociales, que le adelantaba la fecha de finalización, y que se reanudaría “en los próximos meses”. “Por teléfono me dijeron en principio que podrían ser dos meses”, explica Manuel, “incluso me he puesto en contacto con la empresa para ver si podrían seguir trayéndonos el menú, pero ya no va a atender en Ourense”, añade.

Los trabajadores

El contacto diario con los empleados del servicio es una de las cosas que ambos usuarios han destacado. “Estoy muy contenta con la gente”, asegura Generosa. “También estaban preocupados. Iban a entregar los coches y no sabían qué iba a pasarles”, señala. Marcos habla de “gente buena y correcta, no tenemos queja”. La empresa pidió una subida del 8% en el total a percibir por parte del Concello para seguir.

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