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Ourense perdió en un año 4.000 trabajadores más de los que llegaron de otras provincias

DEMOGRAFÍA

En 2023, más de 5.200 menores de 30 años firmaron contratos en otras provincias, pero el camino inverso solo lo hicieron 3.300

Estudiantes que se examinaron para las oposiciones de Educación esta pasada semana en Ourense. (Foto: José Paz)
Estudiantes que se examinaron para las oposiciones de Educación esta pasada semana en Ourense. (Foto: José Paz)

En 2023, cada día llegan a la provincia de Ourense 25 empleados provenientes de otros rincones de Galicia y España para trabajar, pero hacen el camino inverso otros 38. Así, la provincia sigue perdiendo mano de obra con respecto al resto de España y lo hace principalmente por la fuga de estudiantes universitarios, jóvenes y profesionales altamente cualificados.

El estudio sobre movilidad laboral en España que acaba de publicar el Servicio Público de Empleo (SEPE) refleja que a lo largo de 2023 se firmaron en la provincia 61.261 contratos, de los cuales 51.866 corresponden a gente que ya vivía en Ourense y 9.395 a personas que se incorporaron desde otras provincias. Sin embargo, 13.910 personas que estaban contratadas en Ourense se marcharon a lo largo de esos 12 meses y firmaron un contrato laboral en otros lares. Estas cifras dejan un saldo de -4.515 personas por movilidad laboral.

Aunque la merma de empleados pueda parecer elevada, la brecha es cada vez menor entre los que se van fuera a trabajar y los que llegan, sobre todo a raíz de la pandemia. En 2018 y 2019 la brecha llegó a ser de más de 8.000 personas, pero la cifra se ha ido reduciendo con los años hasta situarse ahora en la mitad. Eso sí, hay datos alarmantes, ya que la provincia vive una sangría de profesionales con estudios universitarios y científicos y profesionales altamente cualificados.

Por rama de actividad concreta, el mayor descalabro se produce en el grupo de técnicos y profesionales científicos e intelectuales, es decir, los puestos más demandados por las grandes empresas. En 12 meses llegaron a Ourense 1.605 personas con esta calificación, pero se marcharon 3.364, dejando un saldo negativo de 1.759 personas. Esa es la realidad más dura para Ourense, una provincia incapaz de absorber a científicos y profesionales muy calificados por la falta grandes empresas de I+D+i y nuevas tecnologías.

La segunda cruz para la provincia se refleja en la marcha de personas con estudios superiores. En 2023, entraron 1.361 con estas características y se fueron 2.704, el doble.

La tercera mala noticia del estudio para la provincia es la fuga de la juventud, ya que la provincia perdió a lo largo de 2023 a cinco menores de 30 años cada día por motivos laborales. Entraron a trabajar 3.338 menores de 30 años de otras provincias, pero hicieron las maletas 5.239 jóvenes, dejando un lastre de casi 2.000 personas por el camino. Una fuga muy superior a la que se produce en las otras franjas de edad y que deja sin duda el dato más preocupante.

Salen a A Coruña y Pontevedra

En 2023, se fueron 3.707 personas a la provincia de A Coruña, otras 3.392 personas a Pontevedra, 1.599 a Lugo, 1.408 a Madrid y 526 a León. En el sentido inverso, el principal emisor de trabajadores hacia Ourense fue la vecina Pontevedra, de donde llegaron 3.110 trabajadores. Otros 1.519 arribaron de A Coruña, 1.225 vinieron de Lugo, otros 1.102 de León -principalmente por las pizarreras valdeorresas, que se nutren de mano de obra de El Bierzo- y 503 llegaron desde la capital de España. Así, Ourense solo consigue saldo positivo con León.

Las que llegan: “No conocía nada y ya compré una casa”

Eva Lamas es una de esas recién llegadas a la provincia por motivos laborales. Es gallega, de Redondela, y llevaba tiempo viviendo en Madrid, donde trabajaba en Decathlon. A sus 34 años, ella y su pareja querían volver a Galicia, porque tienen un bebé de dos años, “y toda la familia está aquí y te apetece verlo crecer cerca de la familia, los abuelos, los primos… Así que busqué trabajo en Galicia en general, en cualquier ciudad, y me surgió la oportunidad en Ourense en Textil Lonia desde hace cuatro meses. Y la idea es quedarnos por aquí”.

Carmen de las Heras es madrileña, de 31 años, y solo ha vivido en Madrid y Ourense, a donde llegó hace siete años: “Estaba buscando la oportunidad para salir de Madrid, es una ciudad muy grande y bastante estresante”. Estuvo en bastantes procesos de selección antes de decidirse por Ourense. “No conocía absolutamente nada de la ciudad, ni lo de ciudad termal, ni nada. Había estado varias veces en A Coruña o Santiago, pero nunca aquí”. Estuvo cambiando de trabajos, estuvo en Vigo, pero siempre viviendo en Ourense. “Hace dos años, tenía trabajo aquí de forma presencial y acabé comprando aquí una casa. Me encanta, es una ciudad muy cómoda y tranquila y aquí me quedaré”.

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