Ourense no tempo | Hotel Barcelona, 1910-1999

LEMBRANZAS

En la entrega de hoy de Ourense no Tempo, Rafael Salgado profundiza en la historia del mítico Hotel Barcelona de Ourense

La última entrega del Ourense no tempo, en formato vídeo

Junto al Roma y el Miño, durante años fue una de las mejores opciones para la estancia de los visitantes a la ciudad. Nació llamándose Hotel La Barcelonesa, pero supongo que los ourensanos de aquellos tiempos, para hacérmelo más complicado, en ocasiones se referían a él como Fonda Barcelonesa. Y no contentos con eso, en 1918 lo cambiaron de ubicación y pasaron a llamarle Hotel Barcelona.

En 1910, era el Hotel Roma la mejor opción para pasajeros “de postín”, pero era claramente insuficiente, y el Hotel París, aunque agradable, tenía pocas habitaciones. El Miño era ya un proyecto de Andrés Perille, pero habría que esperar por la reforma del edificio. Ante esa situación, Jaime Canals, quien dirigía la cocina del Roma, en el verano de 1910 decide convertirse en empresario y funda La Barcelonesa en la misma calle, Progreso 93.

Nació en la calle Progreso nº 93 -hoy 127-, y la fachada se mantiene intacta.
Nació en la calle Progreso nº 93 -hoy 127-, y la fachada se mantiene intacta.

Canals era un reputado “chef de cuissine” -nuestros abuelos no dudaban en ensalzar los méritos utilizando extranjerismos, y hoy seguimos haciéndolo…-. Como decía, Canals recaló en la ciudad de la mano del Roma, donde durante un tiempo se encargó de los fogones. Venía precedido de fama internacional: se decía que durante un tiempo había gestionado la cocina del 27º presidente de los EEUU, Howard Taft. Y por lo que he podido comprobar, La Barcelonesa destacaba por su fantástica cocina.

En sus instalaciones se servían banquetes, pero también existían opciones como la de encargar comidas para domicilios, y un novedoso servicio de catering. De ese estilo he conseguido recuperar el menú que en 1915 Canals elaboró para la fiesta que los reclutas que juraban bandera ese año ofrecieron a sus veteranos en las dependencias del Cuartel de San Francisco. Como siempre, en aquella época la nomenclatura francesa se suponía garantía de alta calidad, y no digo que no lo fuera, pero con frecuencia lo que se conseguía es que los comensales no tuvieran ni idea de que iban a llevarse a la boca… En este caso, el menú alternaba “misterios” con viandas conocidas: “Hor d´acuvies (entremeses variados), aceitunas sevillanas, arroz a la valenciana (paella), aloyau de veau parmentier (solomillo de ternera con puré de patatas), pollo asado, salade de saisson (ensalada de temporada), fromages (quesos), frutas, biscuit (galletas) y vinos” (pongo la traducción para facilitar el trabajo a los que, como yo, no dominen el francés). Pero sigamos.

1918. Reverter, Barcelonesa.
1918. Reverter, Barcelonesa.

Es este periodo comprendido entre 1914 y 1916, el más complejo en la historia del hotel, pendiente de mejor confirmación, durante un breve periodo de tiempo el hotel cambio de manos o al menos de gerencia y paso a denominarse Hotel Cataluña, siendo el gerente Manuel Puig. Este señor, demostrando ser conocedor de la mentalidad de los catalanes, en su presentación dice: “El nombre de Cataluña que lleva el rótulo sirve para que mucha gente de la región catalana que a Orense viene prefiera este a otros hoteles. Los habitantes del principado son extremadamente regionalistas y no dejan jamás de favorecer todo aquello que le recuerda de algún modo su querida pequeña patria”.

Otro banquete servido en el cuartel el día de la patrona, en esta ocasión por el señor Puig, nos confirma parte de esos cambios. Otro dato aclaratorio es el del fallecimiento de Canals en diciembre del 1915. Y el siguiente dato nos habla de que es el empresario Estanislao Reverter quien se hace con la propiedad y decide continuar con el negocio a pesar de que su experiencia era en empresas de construcción y no en hostelería. Sin embargo, la buena clientela que frecuentaba el hotel, entre otras motivaciones, le indujeron a intentarlo.

Reverter fue quien decidió trasladar el hotel de Progreso a la calle Pereira 13, donde muchos lo conocimos. Lo que no pude averiguar es si ya era propietario del edificio de Progreso o fue en ese momento cuando se hizo con él. Lo que sí se sabe es que durante algunos meses Fonda y Hotel Barcelonesa coexistieron…

1918. Reverter, Barcelonesa.
1918. Reverter, Barcelonesa.

En su nueva ubicación, si bien mantuvo el servicio de restaurante, como la mayoría de hoteles de la época, se centró en dar servicio a viajeros, representantes de comercio y profesionales de la sanidad. Entre ellos, alguno, como el recordado Hentschel, comenzó su relación con nuestra ciudad en las dependencias del Barcelona, donde mostraba los catálogos de los camiones que vendía. En 1920, Reverter decide centrarse en su empresa de materiales de construcción y, tras hacerle una profunda actualización al hotel, decide su traspaso.

Son los hermanos Pérez Arias, profesionales reconocidos, que ya gestionaban el Hotel Suizo en Ferrol, quienes lo reciben en pleno funcionamiento, incluido el servicio propio de transporte a los trenes. En esta etapa continúa como actividad prioritaria el uso por parte de comerciales y doctores de todo tipo, pero también se ofrece un excelente servicio de banquetes, siendo una de las opciones elegidas por muchos ourensanos para bodas y demás eventos. En 1927 comienza a llamarse Barcelona.

1918. Reverter, Barcelonesa.
1918. Reverter, Barcelonesa.

Lejos quedaba aquel 1914 en que la tienda coruñesa Aux Elegants utilizaba los salones del hotel para ofrecer su colección de sombreros a las damas ourensanas, pero aunque las modas cambiaran, el Barcelona ya se había convertido en punto de referencia. Junto a oculistas que durante temporadas recibían a sus pacientes en salas habilitadas y fabricantes de bragueros, llama la atención la señorita Manolita, que en los años cuarenta ofrecía a las damas un nuevo servicio de “Depilación eléctrica”.

Al final fueron casi 90 años de actividad de un hotel histórico y con muchas historias. En él se celebró la cena del Partido Republicano para celebrar la reelección de su presidente, Luis Fábrega; rara era la semana en la que no había un “lunch” nupcial, o una de las frecuentes reuniones de la asociación de la prensa ourensana. Sin olvidar la larga lista de viajeros que eligieron sus instalaciones para pasar unos días en la ciudad, la duquesa de Alba entre otros.

Aquel año de 1999 cerró las puertas un hotel, pero Ourense vio cómo se perdía parte de su historia…

1910. Anuncio Barcelonesa en el Miñoret.
1910. Anuncio Barcelonesa en el Miñoret.

Con el tiempo supimos que el edificio era adquirido por Caixa Galicia para ubicar allí sus oficinas, pero los movimientos del mundo de la banca han hecho que esté todo parado y el edificio deteriorándose día a día, detrás de una gran lona que maquilla la realidad.

Antes de adquirirlo Caixa Galicia, durante la ejecución de unas obras, sufrió el derrumbe de parte de la estructura interior y en ese estado está. Por fortuna, los cuadros que decoraban las paredes, obra en muchos casos de artistas locales como Prego, Quesada, etc., se habían retirado ya en el momento del cierre.

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