La Plaza de Abastos de Ourense sube su apuesta más solidaria

La Plaza de Abastos de Ourense colaborará por primera vez en la “Operación Quilo” que la Asociación Xuvenil Amencer lleva cerca de 40 años organizando en la ciudad. En la entrada del mercado se ha habilitado un punto de donación donde los clientes pueden depositar kilos de alimentos que serán entregados a las familias más desfavorecidas de Ourense. Alberto González, gerente de la plaza, explicaba que “llevamos un tiempo trabajando en temas de compromiso social. Hemos colaborado con Cruz Roja, también trabajamos con el Banco de Alimentos… y este año queríamos hacerlo con Amencer, la decana en esta materia”.

El gerente esperaba que la aportación surgida del mercado pudiera cumplir con las necesidades de la campaña, sobre todo porque “ahora hay muy buen ambiente, la plaza está funcionando muy bien, y la gente está viniendo”, reconocía Alberto González.

La colaboración se ilustraba con la visita ayer sábado de un grupo de voluntarios de Amencer, que recorrieron los pasillos del mercado entregando octavillas informativas sobre los plazos y tipos de comida, juguetes y dinero que será convertido en bienes de primera necesidad. Tito Escudero, monitor de los voluntarios, contaba que “estamos en los primeros días de la campaña, y esta mañana -por la de ayer- vamos a visitar en grupos varios supermercados de la ciudad y esta plaza de abastos para instalar los puntos de donación e informar a los vecinos que ya estamos en marcha”. Escudero recordaba también que a partir del lunes se podrán depositar en la sede de la asociación (situada en el colegio salesiano) los juguetes que quieran donar los vecinos para que sean limpiados, reparados y clasificados de cara a montar una serie de lotes con destino a los beneficiarios. Otro de los voluntarios, Álvaro Sousa, comentaba también que “la gente se ha mostrado muy amable, y han aceptado los folletos. Algunos no sabían que habíamos comenzado y seguro que se animan a donar”.

En 2023, la campaña se cerró con casi 8.000 kilos de comida recogidos, 5.600 de juguetes donados y otros 7.200 kilos de ropa, con los que se colaboraron con 21 Cáritas parroquiales, y se calcula que beneficiaron a casi 4.000 personas. Las donaciones económicas superaron los 10.000 euros.