Coronavirus en Ourense | La población de riesgo se dirige a la cuarta dosis

La cuarta dosis parece estar más cerca para una parte de la población, los más vulnerables. El Ministerio de Sanidad aprobó la semana pasada que se vuelva a inocular a una parte de la ciudadanía, los inmunodeprimidos. Israel es el primer país que empezó esta fase del proceso, de forma más selectiva que con la tercera. “Están vacunando a personas mayores e inmunocomprometidas y desestimaron hacerlo con la población en general”, explica África González, catedrática de Inmunología de la Universidad de Vigo.

En la provincia, unos 2.000 ourensanos fueron los primeros en recibir la tercera dosis en septiembre. Pacientes de cáncer, mayores de 40 con síndrome de Down o trasplantados probablemente se inoculen una vez más. “La cuarta dosis se debe centrar en personas vulnerables para reforzar la producción de anticuerpos neutralizantes, pero no debemos olvidar que hay que esperar un tiempo entre cada administración”, señala la experta. En España, ese periodo se redujo a cinco meses, pese a que los estudios avalan el trabajo de las vacunas durante al menos seis meses: “No sabemos muy bien la causa de esa reducción”, añade González.

Lo importante para la inmunóloga es que se respete un tiempo prudente en cada administración y así resulte efectiva. “El sistema inmunitario funciona como un ejército de soldados. Si siempre se llama a los mismos se agotan y funcionan peor. Por eso es importante darles descanso”, comenta. Los periodos varían y ejemplo de ello son los niños, que tienen que esperar cinco semanas más que los adultos para la segunda dosis y siete meses para un refuerzo.

Mayores de 18, reforzados

Mañana la provincia terminará la convocatoria para la tercera dosis de toda la población mayor de 18 años. Los menores de 29 se beneficiaron de la reducción de tiempo, ya que los últimos completaron la pauta a principios de septiembre. La Sociedad Española de Inmunología, de la que forma parte González, no compartió la decisión: “El pronunciamiento al respecto es que para los jóvenes sanos, al igual que los adolescentes o lo niños, no es necesaria”, destaca.

Pese a la opinión de los inmunólogos, el miedo a la transmisión de la variante ómicron aceleró el proceso de aprobación de la tercera dosis para todos los mayores de 18. “Se ha demostrado que esta vacuna no es capaz de bloquear los contagios de la variante ómicron, que está muy mutada y gran parte de los anticuerpos que generamos no son eficaces”, concluye la catedrática.