La pobreza se reduce en la provincia de Ourense, pero se enquista en la ciudad

LA MÁS EMPOBRECIDA DE GALICIA

Ourense es la más empobrecida de las urbes gallegas, con un 19,5% de hogares afectados, mientras que en el resto del territorio la tasa de riesgo está al nivel más bajo de la última década

Un hombre pidiendo en la calle Lamas Carvajal. (Foto: Lucía Otero)
Un hombre pidiendo en la calle Lamas Carvajal. (Foto: Lucía Otero)

La tasa de riesgo de pobreza cae en la provincia de Ourense al nivel más bajo desde la crisis económica, impulsada por el alza de las pensiones, que suponen un sustento clave para casi la mitad de los hogares, pero se cronifica en la urbe. La ciudad de As Burgas se convierte ya en la que más hogares bajo el umbral del riesgo de pobreza tiene en toda Galicia, uno de cada cinco (19,6%) subsiste con menos recursos de los considerados necesarios para vivir con dignidad.

Como es habitual al final de cada año, el Instituto Galego de Estatística (IGE) radiografía la solvencia económica y la cohesión social de todas las provincias y las siete principales ciudades gallegas. Este examen ha sido en esta ocasión mucho más positivo que en años anteriores. El fin de las restricciones pandémicas, la contención de la inflación, el alza de salarios y, especialmente, las pensiones han supuesto un revulsivo en la lucha contra la pobreza.

Las cifras

Pobreza en Ourense
Pobreza en Ourense

Así, en Galicia, al cierre de 2023, que son los datos que ofrece ahora el IGE, un 13,6% de los hogares vive en riesgo de pobreza, menos que un año antes (14,5%), bastante menos que al finalizar 2020 (16,1%) y la cifra más baja en la comunidad autónoma desde el estallido de la crisis de 2008. Hogares en riesgo de pobreza se definen, según el IGE, como tres tipos de hogares: aquellos en los que el ingreso por persona del hogar está por debajo del 60% de la mediana de ingresos del conjunto de hogares; cuando hay carencia material y social severa o cuando son hogares con baja intensidad laboral.

Por provincias, Ourense sigue siendo la más castigada por la pobreza, con un 17,06% de los hogares en situación de carencia, sin embargo, se sitúa en mínimos desde la crisis de 2008. La peor cara de la moneda se da en la ciudad, donde la pobreza se cronifica. La urbe de As Burgas tiene un 19,6% de sus hogares en riesgo de pobreza y es ya la peor en este apartado de todas las ciudades gallegas, tras adelantar a Ferrol, que en 2022 era la peor situada.

La situación de Ourense contrasta con la otra gran urbe del sur de Galicia, Vigo, que ha alcanzado las cifras más bajas de su historia reciente, con solo un 9% de hogares en situación de carencia, la mitad que hace diez años.

En Ourense, sin embargo, la comparación con hace una década no solo no mejora, sino que empeora en cinco puntos porcentuales.

También refleja la encuesta del IGE la importancia de las ayudas sociales para el bienestar de las familias. Así, en la provincia de Ourense, el 40,7% de los hogares estarían riesgo de pobreza (y no el 17% como ahora) antes de las transferencias sociales.

Difícil fin de mes

En cuanto a las complicaciones para llegar a fin de mes, el 39,7% de los hogares de la provincia llegan con dificultades o muchas dificultades a final de mes, la peor cifra desde 2017. En el caso de la ciudad, de nuevo la situación es mucho peor. El 42,3% de los hogares llegan con dificultades o muchas dificultades a final de mes, el porcentaje más alto en 10 años y una cifra que contrasta con el 27% de los hogares de la ciudad de Lugo o el 35% de los de Vigo que están en esta situación.

La falta de industrialización y la crisis de las clases medias pasan factura

Las entidades solidarias coinciden en alguna de las razones de que el porcentaje de pobreza de Ourense se haya enquistado.

Desde Cruz Roja, su presidente, Felipe Ferreiro, señala que “Ourense non está industrializada como as zonas costeiras, e temos unha poboación rural e de idade avanzada, coas pensións máis baixas de toda Galicia; todo iso inflúe”.

Recuerda, en todo caso, que “de todos os xeitos, como país estamos na parte inferior do nivel europeo en pobreza, segundo os últimos datos”. Y añade que “debemos facer todo pola nosa parte para reverter a situación”.

María Tabarés, presidenta de Cáritas Ourense, reconoce que “notamos un aumento de atenciones. Este año ha sido muy complicado, hay gente que llega con lo puesto y aumenta el número de personas con trabajo que no llegan a fin de mes”.

Y apunta que “la clase media, que es la que nos sostiene, cada vez puede aportar menos, algo que también estamos notando nosotros, pero también otras organizaciones como Banco de Alimentos; no sólo desciende la cantidad, sino también la calidad, lo notamos en el aceite, por ejemplo”.

Tabarés también achaca esos niveles de pobreza a la falta de industria y ve un déficit de las administraciones en su apuesta por Ourense.

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