Las ruinas vivas del Bamio

Los incendios en el complejo deportivo del Bamio son recurrentes: su abandono desde hace diez años convirtió este recinto de dos hectáreas en un punto de saqueo y vandalismo. Los vecinos ven como un negocio del futuro convertirlo en geriátrico.

El complejo del Bamio, dañado tras un incendio

El complejo deportivo del Bamio, o más bien lo que queda de lo que un día fue un referente para el deporte ourensano, se mantiene en pie exámine, con ventanas y puertas robadas o rotas y con marcas de incendios en todos sus costados.

Un grupo de personas prendieron el interior de la estructura de forma intencionada el pasado jueves-según la información facilitada por los bomberos de Ourense-. Para sofocar las llamas, entraron a través de una terraza y accedieron a una instancia interior. En una hora lo habían solucionado.

No es la primera vez que ocurre; en octubre otro fuego de las mismas características movilizaba a los bomberos hasta el complejo deportivo. “Los okupas o mendigos que pasan por allí prenden fogatas para calentarse y se les vade las manos”, señalan desde el parque.

Las constantes incidencias que ocurren en el interior del polideportivo están directamente relacionadas con su estado de abandono desde hace diez años. El lugar en el que un día compitieron Rafa Nadal o Andy Murray es propiedad de la Agencia Tributaria y se subasta a partir de los 3,7 millones de euros.

Un geriátrico

El espacio está comprendido por casi dos hectáreas de espacio, e incluye desde piscinas a pistas deportivas e incluso un hotel con 18 habitaciones. Sin embargo, permanece en desuso y generando continuos dolores de cabeza a los vecinos.

Algunos instalaron cámaras en sus casas para grabar los robos o a los causantes de los incendios, otros dan aviso a la Policía Local cada vez que escuchan movimientos extraños y hay quien no se entera de nada. Uno de los residentes de una casa colindante señala que en el vecindario se comenta que sería bueno hacer un geriátrico: “La población de Ourense está muy envejecida y el Bamio está muy bien ubicado, siempre comentamos que con este espacio disponible sería una buena opción”, señala. “Lo que está claro es que tiene que hacer algo, el tiempo pasa y el vandalismo solo puede multiplicarse”, alerta.

Desde una de las viviendas más cercanas apuntan que, además de los okupas, vienen grupos de personas a llevarse el cobre que encuentran, también los marcos de puertas y ventanas. Los saqueos son una de las mayores actividades que presenta hoy este espacio deportivo, plagado de sillas en desuso y cristales rotos en todas las estancias.

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