El sector textil de Ourense recupera vitalidad gracias a las exportaciones

Las exportaciones de materiales del sector textil están creciendo con fuerza en el primer semestre de este año, como lo demuestran los últimos datos de la Agencia Tributaria. Es cierto que la inflación supone una mayor facturación (lo que no comporta beneficios), pero las ventas en otros países están aumentando muy por encima de la inflación.

Entre enero y junio de este año las empresas del sector en la provincia exportaron 67,3 millones de euros, muy por encima de los 50,2 millones alcanzados en el mismo periodo del año pasado. Por lo tanto, el crecimiento anotado ha sido sobresaliente: un 26,1%. En el año 2021 las ventas del primer semestre llegaron a los 38,3 millones, en un mercado aún muy condicionado por los efectos del covid.

La comparativa mejora incluso los indicadores anteriores al parón de la pandemia surgida en el 2020, ya que las ventas exteriores entre enero y junio del 2019 fueron de 46,6 millones de euros.

Destacan tres empresas

La industria de moda ourensana se asienta sobre tres empresas, fundamentalmente: Sociedad Textil Lonia (Carolina Herrera y Purificación García), Adolfo Domínguez y Roberto Verino. Es una de las referencias en el mercado exterior, más por imagen que por peso específico.

En el conjunto de las exportaciones de la provincia acapara generalmente el 10% de todo lo exportado, un mercado domindado siempre por la pizarra, con casi un tercio de todo lo vendido fuera. Así ha sucedido, por ejemplo, en junio, que de 103,4 millones de euros exportados desde Ourense, 11,4 se adscriben al prendas de moda y artículos de confección.

En el conjunto gallego el peso del sector es importante, aunque a años luz del efecto Inditex. Descontado este fenómeno, el textil ourensano se posiciona como referente en la comunidad, dando empleo a casi 3.000 personas y manteniendo abiertos en todo el mundo más de 1.200 puntos de venta.

México

¿Cuál es el motivo por el que sigue creciendo el peso exportador de la moda ourensana? Hay un mercado que sigue abriendo los brazos a las marcas ourensanas: México. En el primer semestre de este año las exportaciones al país azteca sumaron 42,6 millones de euros, la mayoría provinientes de materias textiles. Por lo tanto, descontados algunos otros sectores minoritarios, de los 67,3 millones que ha exportado el textil a todo el mundo se puede concluir que en torno a la mitad de los pedidos van al país centroamericano.

Adolfo Domínguez, por ejemplo, cuenta con 130 tiendas en México y ya es el segundo mercado en orden de importancia en la compañía. Sociedad Textil Lonia (STL) también tiene fijados sus objetivos en el mismo país, con cinco tiendas de Carolina Herrera y otras tantas de Purificación García. Con una docena de tiendas opera también Roberto Verino.

La estrategia de las empresas ourensanas es apostar por el mercado exterior. La crisis del 2008 supuso un frenazo importante a las ventas en España y todo el sector puso sus objetivos en el exterior.

Los resultados han sido positivos, como lo demuestran las cifras de exportaciones del primer semestre. Las tres compañías ourensanas más importantes lo tienen claro: el reto es seguir creciendo fuera, situando más de la mitad de los puntos de venta en mercados diferentes al español. El goteo de nuevas aperturas en las últimas semanas es frecuente.

La balanza comercial del sector casi se iguala en el primer semestre

Las exportaciones del sector textil ourensano demuestran la competitividad de sus creaciones y la capacidad para convencer a mercados tan heterogéneos. Sin embargo, lo habitual es que la balanza comercial sea deficitaria; es decir, las importaciones superen a las exportaciones. En el primer semestre del año los números casi van parejos: las ventas se elevaron a 67,3 millones y las compras supusieron 66,9.

Portugal y China siguen siendo mercados a los que acuden las marcas locales, sobre todo buscando ahorro de costes en materia prima y confección. Tradicionalmente las importaciones y las exportaciones han estado muy desequilibradas. Por ejemplo, el pasado año se exportaron al vecino país prendas y complementos de moda por valor de 18,3 millones de euros, pero se importaron 37,3 millones. El caso de China es más paradigmático: 34.200 euros exportados pero 49,5 millones importados.