A sillazos en el bar o a puñetazos cada vez que se ven en Ourense

Un sillazo en un bar de Xinzo; un encontronazo porque alguien encendió un pitillo en el pub; siete días en un hospital por las patadas en la cabeza propinadas por dos colegas de copas 15 minutos antes o enganchones a puñetazos cada vez que se ven son algunas de las escenas que se revivieron en las salas de vista de los juzgados penales de Ourense en estos últimos meses. Peleas todas ellas con sentencia en primera instancia notificadas este mes.

El arma, la silla del bar

Carlos Jesús V.O. (26 años) acaba de ser condenado a tres meses de prisión y a una indemnización de 3.1185 euros por golpear con una silla en la cabeza al hostelero que intentó evitar que se peleara con un cliente del bar La Bodeguita en Xinzo el 12 de febrero de 2022, sobre las tres de la tarde. La herida en la ceja de la víctima requirió seis puntos de sutura. Según la jueza, el acusado había consumido alcohol.

Viejos enemigos

La enemistad de Pedro Andrés D.L.M. y José Andró D.R. les ha llevado a los puños en más de una ocasión, tal como ambos reconocieron ante la jueza. El último está en prisión provisional por lesionar al primero con un arma blanca el 23 de abril de 2022.

José Andró también recibió una cuchillada en la madrugada del 1 de marzo de 2022 a las puertas del pub Symbol de la zona de Vinos de la ciudad. Aunque la víctima de ese ataque responsabilizaba a Pedro Andrés, la jueza del Penal 1 lo exoneró.

La cartera tuvo la culpa

La falsa creencia de que sus dos compadres de copas le habían robado poco antes la cartera -estaba en el sofá de casa- hizo que Noel R.F. saliese a la calle para pedir explicaciones de forma poco amable. Los tres se encontraron a primera hora de la madrugada del 22 de diciembre de 2022 en la calle Monseñor Álvarez González, en O Couto, en donde tuvo lugar la pelea. Noel acabó pateado en la cabeza, con fractura de mandíbula, lo que le llevó al hospital durante siete días por la gravedad de las lesiones. Pablo A.P y Denis N., ambos afectados por el consumo de alcohol y drogas, admitieron su responsabilidad y aceptaron una condena de año y medio de cárcel y 7.000 euros de indemnización para resarcir al denunciante de los golpes que sufrió.

Una noche con mucho humo

Un brigadista fue condenado por prenderle fuego al Suzuki Grand Vitara propiedad del padre del hostelero de Trives que lo echó del pub O Candello, junto a sus compañeros de trabajo, porque uno de ellos encendió un cigarrillo en el interior. Sucedió a las cuatro de la madrugada del 23 de julio de 2022.

El encausado, Adrien L.F., solo admitió que hubo insultos con el dueño del bar en la plaza del Reloj, pero que no le amenazó. La jueza no consideró creíble su versión y le impuso nueve meses de prisión y multa (810 euros) por los delitos de amenazas y daños, además del pago de 3.815 euros por los destrozos en el vehículo.