Tania Medina: “En el tatuaje nunca puedes decir «nunca»”

Bajo el runrun de la actualidad cotidiana, vibra la escena gráfica ourensana. Para explorar la obra e inquietudes de sus tatuadores, diseñadores o dibujantes de cómic, comenzamos a ciegas una serie de entrevistas encadenadas: cada protagonista escogerá al siguiente.

Primera parada: Serie Z Tattoo. Poner un pie en este local de la rúa Colón, en el Casco Vello, es entrar a una dimensión desconocida. Un demonio japonés te mira con ojos de fuego, y dos barajas del tarot te dan la bienvenida. Dentro espera una de las fundadoras de un negocio que cumple diez años, la tatuadora e ilustradora Tania Medina: con una sonrisa resignada, lamenta que el covid les haya impedido celebrarlo con una gran fiesta. Habrá que esperar a 2021.

¡Felicidades por el décimo aniversario!

¡Muchas gracias! La verdad es que estamos muy contentos; tanto Rafa [Jurado, cofundador de Serie Z y pareja de Medina] como yo agradecemos haber podido vivir diez años de nuestro negocio, siempre hemos tenido bastante estabilidad.

Diez años en los que has ido encontrando tu camino como tatuadora.

Sí, comencé en Granada, donde estudié Bellas Artes: allí empezamos a tatuarnos entre amigos, haciendo pruebas unos con otros. El estilo que más me ha gustado, desde siempre, es el tradicional americano: línea sólida, colores brillantes… creo que -junto con el tradicional japonés- es el tatuaje que mejor resiste el paso de los años.

Es un estilo atemporal.

Y no solo eso: también en el cuerpo, porque con el tiempo, las líneas se ensanchan, y la piel cambia. Eso sí, tu estilo también evoluciona; al principio yo usaba mucho color, y cada vez empleo gamas más reducidas, y tonos menos saturados. También disfruto tatuando diseños de grabado antiguo, o piezas monocromas, solo en color negro.

¿Has tatuado algo que nunca te hubieras imaginado haciendo?

En el tatuaje nunca puedes decir “nunca”. A mí me gusta más la línea de alguien que busca y está siempre investigando que la de quien se estanca y dice “no” a todo. En casa, por ejemplo, estamos siempre probando cosas: pintura, dibujo, escultura... Además, esta profesión es muy absorbente; si te llena, centras mucho tu vida en ella y estás siempre pensando en cómo mejorar tal cosa, o dándole vueltas a ideas anatómicas para que tal tatuaje quede mejor.

Hablando de investigar, hace poco has empezado una nueva vía artística, la ilustración científica.

Durante este confinamiento intenté dejar de pensar un tiempo en lo que “tengo” que dibujar y centrarme en lo que quiero dibujar. Tenía contratado un curso de ilustración de plantas con IlustraCiencia desde hace tiempo, y la verdad es que hacerlo me gustó un montón. He podido tomar algo de perspectiva durante esta parada obligatoria, ver qué me gusta y qué no de mi trabajo, mirarlo con algo de distancia...

Y comenzar un catálogo muy interesante sobre especies en peligro de extinción en Galicia, ¿cómo surgió esta idea?

Surgió porque empecé a investigar temas de botánica, y tenía la inquietud de pintar algo que además pudiese ayudar en algo. Descubrí que muchas plantas y animales están en peligro de extinción y yo no lo sabía, como el mítico cangrejo de río, así que comencé a ilustrarlas. Así, si ves una flor, por ejemplo, y sabes que está en peligro de extinción, a lo mejor ya no la arrancas, para protegerla.

¿Ves posible combinar estas dos facetas artísticas, el tatuaje y la ilustración científica?

Es algo a lo que le he estado dando vueltas, sí. Tal vez la conexión esté en la flora, que es algo muy orgánico y ornamental, podría incluirlo en los tatuajes.

¿Cuáles son tus próximos proyectos?

Estoy abriendo una tienda online, para dar salida a muchas de las láminas y piezas originales que tenemos en el estudio. También he pensado en dibujar una serie de plantas venenosas, porque -además de que algunas, como la cicuta, son muy bonitas- en muchos casos nos rodean y las tocamos sin siquiera darnos cuenta. Ah, y con la madre de Rafa, que es modista, estoy preparando unos vestidos con un patrón botánico, hecho por mí.

Mirando un poco más allá, ¿cómo percibes la escena creativa en Ourense?

Respecto al tatuaje, es muy rica: debe haber una quincena de estudios en funcionamiento, ¡cada uno con su propio estilo! Y también hay muchos creadores y artistas jóvenes haciendo cosas… pero sí noto que faltan apoyos, lugares donde coincidir. No veo que los nuevos puedan exponer más allá del bar de su barrio: se podría plantear un taller de artistas, un sitio donde juntarnos y ver qué hacen los demás.

Por último: ¿a quién quieres que le hagamos la próxima entrevista?

Te voy a decir un chico que también ilustra animales y temas botánicos, y que me gusta mucho: Christian Vafe.