La terapia que aporta calidad de vida en Ourense

CUIDADOS

Con motivo del Día Mundial de la Terapia Ocupacional, que se conmemoró el pasado domingo, la Fundación San Rosendo homenajeó a sus profesionales del área psicosocial, que acompañan emocionalmente a los usuarios de las residencias

Publicado: 29 oct 2024 - 04:15 Actualizado: 29 oct 2024 - 08:03

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La Fundación San Rosendo conmemoró el pasado domingo el Día Mundial de la Terapia Ocupacional homenajeando a sus profesionales del área psicosocial, que acompañan emocionalmente a los usuarios y tratan de mejorar su calidad de vida.

A través de un homenaje del que se hicieron eco en las redes sociales, los centros de mayores y de personas con discapacidad de la red de centros de la Fundación pusieron en valor la labor que desarrollan los 53 profesionales de esta área de la Fundación. En concreto, el trabajo desarrollado principalmente por sus educadoras sociales, animadores socioculturales, psicólogos, trabajadores sociales y terapeutas ocupacionales.

Las principales tareas de estos profesionales en los centros de la Fundación San Rosendo son diseñar y llevar a cabo actividades de dinamización social, trabajar en el mantenimiento de las capacidades de las personas, implicar a las familias y personas de referencia, como amigos y vecinos, en la dinamización del centro, conseguir que las personas puedan desarrollar sus actividades de la vida cotidiana de forma independiente y autónoma y articular los recursos sociales existentes para contribuir al bienestar de las personas.

Un trabajo diario

Mari Luz González, responsable de Calidad de la Fundación San Rosendo, destaca el valor del trabajo diario que desempeñan estos profesionales, “que ayudan a las personas mayores y a las personas con discapacidad, a integrarse socialmente y mantener y desarrollar sus capacidades”.

Por su parte, José Luis Gavela, presidente de la Fundación San Rosendo, ensalza la labor de estos profesionales “que contribuyen a mejorar la calidad de vida de los usuarios, a través del desarrollo integral de las personas y su participación activa en la sociedad”. Entre los homenajes de los centros, destacó el cartel realizado por la residencia de O Incio, en Lugo, o los vídeos con mensajes de usuarios de las residencias Virxe da Clamadoira, en Muíños, y la residencia Santa Mariña en Xinzo de Limia.

También se compartieron fotos que muestran el trabajo de las profesionales de la residencia Os Gozos, en Pereiro de Aguiar, en áreas como la orientación a la realidad, el entrenamiento en habilidades de autonomía personal y social, y también en el mantenimiento de capacidades cognitivas o el contacto con el entorno.

“Estamos poco valoradas, pero evitamos la soledad no deseada”

Cristina Losada desarrolla, junto con su compañera Selene Casal, su labor como educadora social en la Residencia Os Gozos de la Fundación San Rosendo en Pereiro de Aguiar. “Tenemos todo tipo de residentes, desde los 50 a los 103 años, con lo que hay todo tipo de dependencias. Los hay que acuden al centro porque buscan compañía y después están los que tienen diverso nivel de dependencia”, explica Losada.

“Nuestra labor es la de fomentar la capacidad de decisión y autogestión de los usuarios del centro. Utilizamos herramientas para desarrollar la estimulación cognitiva y la interacción social”, añade. Esta labor se adapta a las características de cada persona. “Los hay que se manejan con las nuevas tecnologías y bajan ellos mismos programas que fomentan esa estimulación cognitiva, pero en otros casos hay que buscar fórmulas, siempre con espíritu lúdico -un cifras y letras o un pasapalabra- para trabajar esas habilidades sociales”, apunta.

Los mayores problemas suelen venir por las patologías del usuario, que puede arrastrar un alzhéimer o alguna demencia, pero también “está el problema cultural, las residencias son aún tema tabú. Hay gente que le cuesta integrarse, al proceder de un grupo de amigos y un entorno cotidiano distinto y al que estaba acostumbrada en su día a día la persona”.

Losada considera que las educadoras sociales “estamos poco valoradas, pero evitamos, con nuestra labor, la soledad no deseada”.

“Hay que conocer a cada uno, interesarse por sus querencias”

“La principal técnica en nuestro trabajo es conocer a cada uno de nuestros usuarios, interesarse por sus querencias. Por eso se hace una entrevista personalizada nada más llegar a la residencia, para conocer sus inquietudes”, explica Emma Rey, trabajadora del área psicosocial en la Residencia Divino Maestro de Ourense.

“Motivar a esas personas a interesarse por hacer cosas, evitar que se dejen atrapar por el sedentarismo, así como motivar su autonomía son algunos de nuestros objetivos. El principal problema con el que podemos encontrarnos es la posible desgana que puedan tener. Hay que buscar algo que les llame la atención, que pude ser, por ejemplo, leer el periódico”, apunta esta trabajadora de una de las residencias de mayores de la provincia.

Emma Rey añade que “es importante incentivarles individualmente”, pero que también es beneficioso el trabajo en equipo, “porque al ver a otros hacer una cosa, se animan también a hacerla ellos”.

Esta psicoterapeuta trabaja “con usuarios grado tres, que deben utilizar silla de ruedas” con los que desarrolla, entre otros, ejercicios de gerontogimnasia para mantener activos brazos y piernas. Pero también hay otros talleres en los que los alrededor de 40 usuarios a su cargo desarrollan diversas facetas cognitivas o psicomotrices.

“Además del taller de gerontogimnasia, tenemos otro de ocio, un tercero de psicomotricidad, con el uso de puzzles, y un último de estimulación cognitiva”, detalla Emma Rey.

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