El tren a Alicante hará más difícil viajar en AVE a Madrid

Renfe añade nuevos destinos sin aumentar plazas a una línea que ya está al borde de la saturación

Dos AVE en la estación de Ourense.
Dos AVE en la estación de Ourense.

El tren diario a Alicante, a partir del 13 de septiembre, va a complicar todavía más la difícil tarea de viajar de Ourense a Madrid. A día de hoy, ya resulta imposible realizar ese viaje en los 74 trenes que circularán desde hoy, miércoles 24 de agosto, hasta el día 31 y en el AVE de las 16:25, que será el que prolongará su recorrido hasta la ciudad levantina, hay que esperar hasta el 5 de septiembre para conseguir una plaza.

El nuevo destino amplía el abanico de posibilidades para viajar desde Ourense y, en consecuencia, de demanda potencial para una línea que ya se encuentra al borde de la saturación, con un índice de ocupación media por encima del 80 por ciento. El problema se plantea porque la nueva oferta que no viene acompañada de un incremento ni de trenes ni de plazas para hacer frente al crecimiento de viajeros que esa opción va a suponer en la línea gallega de alta velocidad.

El operador ferroviario no ha añadido nuevos trenes para cubrir ese destino adicional del que dispondrán los viajeros a partir del 13 de septiembre. Es más, al contrario de lo que parece, técnicamente Renfe lo que hace es suprimir dos de las frecuencias de AVE entre Madrid y Ourense, una por sentido: el AVE 04164 Ourense-Madrid, con salida de la estación de A Ponte a las 16:25 y llegada a Chamartín a las 18:40, y el AVE 04105 que sale de Chamartín a las 10.00 y llega a Ourense a las 12:15. Ambos trenes son sustituidos por sendos AVE que en la actualidad ya realizan su recorrido entre las estaciones Puerta de Atocha y Alicante, y que en vez de rendir viaje en Chamartín, prolongarán su itinerario hasta o desde Ourense. Se trata, concretamente, del AVE 05102 que hasta el 12 de septiembre sale de la estación Puerta de Atocha a las 19:05 con destino a Alicante y que el 13 empezará su ruta en Ourense a las 16:25. Para ajustarse al horario del tren anterior entre la capital de España y Alicante, hace una parada de 20 minutos en Chamartín. Una espera totalmente desproporcionada para un tren de alta velocidad en una estación intermedia.

Lo mismo sucede con el tren en sentido inverso. El AVE 05273 Alicante-Atocha, estación madrileña a la que llega, a día de hoy a las 9:40. A partir del 13 de septiembre, llegará a Chamartín a las 9:45, donde permanecerá veinte minutos parado hasta su salida a Ourense a las 10:05, lo que obliga a retrasar la llegada del AVE a la estación de A Ponte a las 12:20. Esta fusión de servicios le va a permitir a Renfe racionalizar sus actualmente escasos recursos, ya que no dispone de trenes suficientes para atender la demanda que ha crecido con la expansión de la red de alta velocidad. Pero va a ser a expensas de los viajeros del AVE Ourense-Madrid que, dicho sea de paso, es el único que existe actualmente con origen y destino Galicia.

Con la ampliación de usuarios, desde Ourense o de otras ciudades gallegas y de Zamora a Alicante, el AVE de ida a Madrid de las 16:25, que es uno de los trenes más demandados y en consecuencia uno de los primeros en los que se agotan los billetes resultará más inasequible para los viajeros habituales entre Ourense y Madrid, y ya no digamos entre Zamora y Madrid. Inasequible porque habrá más días con ocupación al cien por cien y, por tanto, habrá menos posibilidades de conseguir una plaza, pero también porque el billete tendrá un precio más alto a medida que la demanda vaya aumentando, como sucede ahora. Por poner un ejemplo, viajar en ese convoy el 5 de septiembre, a día de hoy ya cuesta, en el caso del billete más barato, más de 87 euros, frente a los 34,90 que se paga por viajar en el mismo quince días después. Ya se ha llegado a pagar más de 123 euros por un asiento en ese tren.

Más trenes no cabrían en la estación Empalme por las vías

El retraso en la entrega de los trenes AVRIL ha dejado a Renfe en cuadro, sin apenas margen para atender los picos de demanda que se producen, por ejemplo en las operaciones salida de vacaciones. Ese problema se volverá a repetir todavía con la llegada de las vacaciones de Navidad y en Ourense el efecto será para entonces más adverso ya que con los mismos mimbres, 64 semanales por sentido, el operador ferroviario tendrá que atender una mayor demanda. La solución no llegará hasta que lleguen los nuevos trenes, a partir de abril de 2023, que añadirán algo más de 200 plazas en cada viaje de los Alvia y alrededor de 150 con respecto a los AVE.

Pero Ourense tiene un problema adicional. Incluso aunque Renfe dispusiera de trenes AVE para reforzar con dobles composiciones aquellos horarios más demandados, como, por ejemplo, el que va a viajar a Alicante, a partir del 13 del mes que viene, esas dobles composiciones no caben en la estación de Ourense. Las vías 1 y 2, de ancho estándar, no tienen longitud suficiente. Ya en composición sencilla no entra del todo bajo la marquesina del andén, una doble, con cuatrocientos metros de longitud, quedaría totalmente fuera de la vía, rebasando la señal y el desvío. Un ejemplo de la poca confianza que tanto Adif como Renfe tenían en el éxito de esta línea fue la planificación de las vías reservadas a los AVE sin contar con la previsible necesidad de una doble composición.

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