El vaciado de embalses sigue impune seis meses después

La Hidrográfica no vio vulneración de la concesión y la Xunta no ha resuelto aún los expedientes

La antigua aldea de Aceredo emerge por el vaciado del embalse de Lindoso (JOSÉ PAZ).
La antigua aldea de Aceredo emerge por el vaciado del embalse de Lindoso (JOSÉ PAZ).

Las eléctricas que vaciaron cuatro embalses ourensanos hasta límites del 20%, e incluso por debajo, en plena escalada de los precios de la luz este pasado verano siguen impunes. Al menos ni la Confederación Hidrográfica Miño-Sil ni la Xunta de Galicia las han multado hasta ahora por lo sucedido. Y eso que la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, llegó a tildar de “escandaloso” lo sucedido y el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, anunció una investigación a mediados de agosto.

El organismo estatal de cuenca inició dicha investigación, en la que no encontraron ilegalidades en esos desembalses masivos para producir electricidad que pusieron en peligro la fauna y las actividades turísticas de municipios ourensanos.

Mientras, el gobierno autonómico no ha resuelto todavía los expedientes que inició en septiembre y que, según fuentes de la Consellería de Medio Ambiente, la resolución de la Dirección Xeral de Patrimonio Natural “está próxima pero de momento non hai máis novidades”. La Xunta propuso cuatro multas (una por embalse) a la Hidrográfica, con un montante total de 100.000 euros, y otros 100.000 (50.000 para Iberdrola y 50.000 para Naturgy) dirigida a las concesionarias que explotan Cenza, As Portas, Salas y Belesar, al no constar el aviso de desembalses por debajo del 20% de la capacidad.

El gobierno autonómico se basaba en la Lei de Ordenación de Pesca Fluvial para aplicar estas multas, pero en septiembre afirmó que podrían enfrentarse a multas de hasta dos millones de euros (un millón por empresa) si se demostraba la afección al medio, en base a la Lei de Patrimonio Natural. Sin embargo, la Hidrográfica argumentó que hubo “comunicaciones previas” respecto al descenso superior al 80% del volumen en Cenza y As Portas el 10 de junio y 12 de julio, respectivamente, cumpliendo de este modo la normativa autonómica de pesca fluvial.

Cambio normativo

De momento, aquel vaciado sigue impune y lo único que se vio en estos meses es un enfrentamiento político sin consecuencias prácticas. Sí hubo consecuencias normativas, ya que el Ministerio de Transición Ecológica realizó un cambio para evitar que vuelvan a suceder desembalses de este calado, y fijará un caudal mínimo y máximo a desembalsar según el mes del año.

Las presas empiezan a recuperarse, salvo la de Lindoso, en alerta roja

Los embalses empiezan a recuperar la normalidad, tras meses agonizando, pero la sangría continúa en la presa transfronteriza de Lindoso, que lleva más de un trimestre al 16% de su capacidad. Los que fueron investigados se recuperan tímidamente y las reservas ourensanas están ya al 49%(llegaron a estar por debajo del 40%). El más grande, As Portas, de Iberdola, que llegó al 13% de su capacidad, se sitúa al 25%. El de Cenza, que se vació hasta el 12%, está al 57%. Además, As Conchas y Salas, que llegaron al 25%, están por encima del 31%.

La situación más preocupante se da en Lindoso, gestionado por EDP (Energias de Portugal), cuyo mayor accionista es el Gobierno de China. Es el mayor aprovechamiento hidráulico de Portugal, pero el 80% de sus aguas están en el lado ourensano del Limia y no dejan a este lado ni un euro 30 años después de anegar pueblos ourensanos. “Estamos cada minuto muy atentos”, dicen los responsables de EDP en Ponte da Barca. Lindoso están en los niveles más bajos de su historia, en alerta roja para el gobierno luso, con una reserva de agua del 16,4% cuando la media para esta época es del 63,4%. “Además del periodo seco que estamos viviendo, la mayor demanda de consumo se ha traducido en un aumento de la producción hidroeléctrica”, justifican.

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