EL MACHISMO NO CESA
La violencia de género no da tregua: 2,4 denuncias al día en Ourense
La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, dijo en julio del 2018 que “el diésel tiene los días contados”. A la vuelta de casi cuatro años su pronóstico resultó certero y letal. Defendía entonces que los motores tenían “un impacto en partículas en el aire que respiramos”, pero la caída en el mercado se produce además por otros factores, no solo los medioambientales. Por ejemplo, en los últimos días en muchos surtidores de la provincia el precio de este combustible supera al de la gasolina, cuando siempre fue al revés.
La burbuja del diésel se sigue desinflando. Llegó a suponer en Ourense el 70% de las ventas y según los últimos datos la caída es imparable. Entre enero y finales de abril la cuota de mercado de los coches de gasoil fue del 19,6%, mientras que los alimentados con motores de energías limpias están por encima del doble, un 39,4%. Así lo demuestran los últimos datos de la patronal del sector.
Pero, además, el empuje de los híbridos y eléctricos es tal que se aproxima a las ventas de vehículos de gasolina, que suponen un 40,8% del total de ventas en el cuatrimestre. Es decir, se sitúa solo 1,4 puntos por encima de los coches de motores alternativos. Según los datos de la patronal Anfac, la situación sigue siendo muy confusa, con muchos altibajos. En abril se vendieron 68 vehículos híbridos, frente a los 84 del mismo mes del año pasado, con una caída del 19%. Entre enero y finales de abril se comercializaron 233 vehículos de esta modalidad frente a los 256 del mismo periodo del 2021.
Por lo que respecta a los eléctricos, hubo 17 matriculaciones en abril, seis más que el año pasado, y en el acumulado se realizaron 62 operaciones frente a 34 del ejercicio anterior. El mercado ourensano es más conservador que el conjunto de Galicia, ya que en las otras tres provincias el número de ventas de híbridos y eléctricos supera a Ourense.
Este comportamiento del mercado se da en un escenario de imprevistos, con las ventas que no remontan y aquejados de problemas como la baja fabricación por la crisis de los microchips. Aránzazu Mur, directora del área de economía y logística de Anfac, explicó que “la lenta entrada de vehículos en los puntos de venta, causada por la crisis de los microchips y una demanda cada vez más condicionada por la incertidumbre económica, está dificultando la recuperación”.
En el caso ourensano, según fuentes de la patronal de los concesionarios (Acauto), dependiendo de las marcas, el tiempo de espera por un coche nuevo puede llegar o incluso superar los seis meses. La falta de actividad lastra la rentabilidad de los concesionarios, que siguen en ventas inferiores al año pasado. En cuatro meses se matricularon en la provincia 768 vehículos frente a los 987 del 2021, por lo tanto con un descenso del 22,1%. En el mercado de particulares el descenso ha sido del 21% y en el canal empresas, del 26,3%.
Los datos son tanto más significativos cuanto que en el año pasado aún no se había recuperado plenamente la actividad posterior al covid. Es decir, el mercado hoy sigue muy por debajo de 2019 y principios del 2020, junto antes del impacto de la pandemia por coronavirus.
El sector de los componentes de automoción sigue viviendo momentos complicados. Más de una decena de empresas en la provincia fabrican para la industria, sobre todo para la factoría de Stellantis Vigo. La crisis de los microchips ha obligado a constantes retoques organizativos que afectan a la mayoría de los 2.500 trabajadores de las fábricas ourensanas, muchos de los cuales están en ERTE. Fuentes empresariales y sindicales coinciden en señalar que no se ve a corto plazo una solución para la recuperación de los ritmos de fabricación anteriores al problema de los suministros. La guerra en Ucrania y la nueva crisis sanitaria surgida en China han vuelto a poner contra las cuerdas esta actividad estratégica en Ourense.
El sector del automóvil también está condicionado por el precio de los combustibles, que va a la línea de flotación de las economías de familias y empresas. El fantasma de llegar a los dos euros por litro ya se deja entrever. En Ourense, ayer el precio medio del gasóleo de automoción era de 1,94 y el de la gasolina de 95 octanos, de 1,90, ambos sin aplicar la subvención del Gobierno. En una semana ambos precios subieron 2,5 y 3 céntimos, respectivamente, pero desde que se aplica la subvención gubernativa las subidas se aproximan a los diez céntimos, es decir, casi la mitad del dinero que aportan las arcas públicas.
Los precios en toda España han vuelto a subir hasta sus valores más altos desde hace algo más de un mes, a pesar del descuento de 20 céntimos. Según el Boletín Petrolero de la Unión Europea, que recoge el precio medio registrado en más de 11.400 estaciones de servicio españolas, la gasolina se vende en España, tras aplicar el descuento, a una media de 1,63 euros el litro, mientras que el gasóleo lo hace a 1,67.
Contenido patrocinado
También te puede interesar
EL MACHISMO NO CESA
La violencia de género no da tregua: 2,4 denuncias al día en Ourense
Los ingenieros agrícolas de Ourense renuevan su cúpula
Pepe Paz, presidente do Colexio de Enxeñeiros Agrícolas: “Temos que facer un novo rural con mais industrias agroalimentarias”
UNO MENOS QUE EN 2022
Ourense se acerca a su récord de colisiones provocadas por animales
CULTURA EN EL RURAL
La Red Provincial de Auditorios de Ourense alcanza los 7.500 espectadores
Lo último