Víctima de una paliza en Ourense: “Me golpeó la cara contra el suelo al preguntar qué ocurría”

Estefanía C.P. (21 años), dos años después de la paliza que le desfiguró la cara durante semanas, está pendiente de una intervención quirúrgica para corregir el desvío del tabique nasal. “Respiro mal y necesito una operación”, asegura. En su rostro también tiene varias cicatrices, sobre todo una más visible en la frente de cuatro centímetros, junto al nacimiento del cuero cabelludo, que le recuerdan la traumática agresión con la que despidió 2022. Una mujer de 38 años, Sandra Milena R.S., le estampó la cara contra le asfalto de la calle Doctor Fleming a la salida de la discoteca Caney. Ocurrió a las siete de la mañana del último día del año.

“Vi que una mujer discutía, que estaba alterada, y le pregunté qué pasaba, pero se abalanzó sobre mí por la espalda y me golpeó la cara contra el suelo”, relata la víctima de un delito de lesiones que fue juzgado ayer en el Penal 2. La joven, que tenía 19 años cuando ocurrieron los hechos, recuerda que se desmayó tras el traumatismo facial y recuperó el conocimiento cuando una ambulancia la trasladaba al CHUO.

La agresión ocurrió a las siete de la mañana del día 31 de diciembre de 2022, a la salida de una discoteca en Doctor Fleming

Su agresora, que ahora reside en Santiago de Compostela, admitió ayer el delito en una conexión por videoconferencia. La fiscal dejó la pena en tres meses de cárcel y una orden de alejamiento, con una distancia de seguridad de 200 metros, la prohibición de comunicar con la víctima y una indemnización de 4.540 euros por los días de incapacidad y las secuelas, además de otros 87,15 euros por el móvil que le destrozaron. Sandra Milena debe pagar la indemnización para garantizar que la pena de cárcel se le suspenda y así se comprometió: con cuotas de 100 euros al mes.

Estefanía asegura que no tenía trato con Sandra Milena. “Me abordó de repente y me pegó el preguntarle el porqué discutía con unos chicos que habían pegado a su pareja”. De hecho, escuchó que cuando la estaba agrediendo escuchó: “Dale, por metida”. La fiscal asegura que la inculpada antes de arrojarla al suelo le dijo: “No la defiendas, hija de puta, perra”.

La víctima también sufre a nivel psíquico las consecuencias de la paliza. “Tuve depresión y aún a día de hoy, pesadillas”, aseguraba al término de la vista oral, que se zanjó con una sentencia de conformidad. La fiscal rebajó unos meses la pena inicial de prisión porque reclamaba inicialmente un año.