Xulio Rodríguez González: "El Arqueolóxico será un referente, las colecciones son increíbles"

Xulio Rodríguez González, arqueólogo y director del Museo Arqueolóxico provincial, se jubila después de 14 años en el cargo. Gracias a la labor de su trabajo, liderando desde el 2010 a su equipo, ha conseguido mantener viva la labor de un museo que permanece cerrado desde el año 2002.

Durante este tiempo en el cargo esa ha sido la mayor “dificultad” a la que se ha enfrentado. El próximo en desempeñar su posición será César Llana, quien anteriormente ya estuvo a la cabeza del Museo Etnolóxico de Ribadavia.

¿Qué es lo que más destaca de su papel como director estos años?

Más que destacar mi papel, creo que hay que destacar el papel del equipo. Al equipo lo tengo muy en valor y estoy muy agradecido de su trabajo. Si algo hay que destacar mío, es la capacidad de liderarlo y de sacar lo mejor de cada uno de los miembros del equipo. Por otra parte, el mantener vivo el museo a través de las exposiciones temporales. La gente de Ourense ve el edificio cerrado, pero el museo como institución nunca dejó de funcionar.

¿Hay algo que se le haya quedado en el tintero?

Lo que más me hubiera gustado hubiera sido ver el museo abierto en la Praza Maior. Pudo haber sido, a pesar de todos los atrancos que hubo. Cuando comenzó la obra civil estaba previsto que abriera en marzo de 2022, con lo que había tiempo suficiente para que fuera así. La labor de los directores de museo es complicada. Nosotros podemos presionar a los demás. Lo que pasa es que muchas veces depende de decisiones políticas o técnicas. Pero bueno, espero verlo en otra situación. Y cuanto antes, mejor. Hace años siempre decía: “A ver si antes de jubilarme veo la grúa puesta”. Ahora veo un poco más la grúa. Supongo que esto irá para adelante para que todos los ciudadanos y visitantes disfruten de este espacio.

¿Cómo ha mantenido el museo vivo?

El museo continuó con su labor de difusión a través de diferentes exposiciones temporales. Claro que con el problema de no contar con un espacio propio. Por ello recurrimos a diferentes espacios de la ciudad: la sala de exposiciones Abanca, el centro cultural Marcos Valcárcel, el Museo Municipal y el Centro Cultural Ángel Valente. El museo sigue funcionando. Nunca dejó de hacer las funciones de conservación, restauración, documentación e investigación. La sala de exposición de un museo es la punta del iceberg. Desde que las piezas ingresan hasta que finalmente las ve el público tienen un largo proceso.

¿Se espera que el museo abra próximamente?

No, eso es imposible. El museo ahora se está realizando la obra civil, es decir, la consolidación, la restauración y la ampliación. En ese programa de necesidades arquitectónicas tomamos medidas que había que tomar, como la cuestión del espacio. El espacio del museo no es suficiente para albergar todas las colecciones y las necesidades espaciales que requiere el museo. Hay alguna parte de la colección que, de momento, no va a ir allí o determinados servicios como el almacén. Todavía queda trabajo que hacer.

¿Dónde se encuentran las piezas actualmente? ¿Es espacio suficiente?

Las piezas están en nuestra sede temporal, en el edificio Santa María de Europa. Empleando este espacio como un almacén visible donde se encuentran completamente conservadas, documentadas y estudiadas. Cada vez el espacio es más reducido porque las excavaciones van aumentando, generando dificultades. En San Cibrao das Viñas tenemos montada en la sala de exposiciones “Fondos pétreos”. Al mismo tiempo que damos una visión de los fondos arqueológicos del museo, lo estamos utilizando un poco como almacén.

Actualmente… ¿qué queda por aprobar en las obras del Museo?

Lo que falta ahora es lo que tiene que sacar el ministerio y por lo que yo estuve luchando antes de jubilarme. Al igual que el nuevo director está trabajando por ello. Y es que se licite la ejecución del proyecto. El plan está hecho, pero necesitas una empresa de construcción que lo realice. Por ejemplo, para fabricar las vitrinas, los soportes. Para que, tan pronto finalice la obra civil del museo, esté preparado y se pueda empezar a montar. No esperemos a que termine la obra y que se vayan quemando plazos que se pueden ir adelantando ahora.

¿Qué expectativas tiene del museo cuando se reabra ?

Cuando abra este museo sin lugar a dudas va a ser un referente a nivel de edificio y a nivel museográfico. Las colecciones que hay son increíbles. Sobre todo en determinadas temáticas como el mundo castrexo, el tema de la plástica, determinados aspectos del mundo romano. Sinceramente, a mí el proyecto me convenció. Me gusta y sigo estando ilusionado por él. Pienso que va a llamar poderosamente la atención.

Con el avance tecnológico, ¿cómo cree que ha cambiado la dinámica de las exposiciones museológicas? ¿Y de qué forma puede esto influir al Museo?

Las nuevas tecnologías han avanzado mucho. Nosotros no obviamos este aspecto aunque lo que más queremos potenciar es la pieza. Crear un relato inclusivo, didáctico, científico, evocador, que llame la atención. Pero, sobre todo, que esto sea a través de la pieza, el elemento central de la exposición. Y que sea esta la que te lleve a reflexionar. A introducirte en la memoria y al pensamiento.

¿Acudirá al Museo cuando se inaugure?

Aparte del museo hay una asociación llamada el grupo Marcelo Macías que lleva el nombre del que fue el creador del museo en el S XIX. Allí tenemos toda serie de actividades. Es decir, mi personal vinculación al museo y a la institución siempre va a estar ahí. Y siempre contarán con mi ayuda en lo que necesiten.

¿Qué tiene pensado hacer en esta nueva etapa?

Pues bueno, te jubilas administrativamente. Dejas de tener responsabilidades en ese ámbito. Por una parte, acabas proyectos de investigación y también hay que darse un poco a la vida contemplativa, al ocio. Y a plantar tomates que me gusta mucho.