El Barco se afianza líder en el derbi con el Cented (1-0)

Derbi de mucha emoción y poco juego el que ofrecieron en Calabagueiros el Barco y el Cented en la trigésima fecha del campeonato. Un encuentro de rivalidad que sirvió para que el equipo valdeorrés incrementase a seis puntos la ventaja con sus inmediatos perseguidores en la lucha por el ascenso a falta de quince en litigio, merced a un gol agónico de Rogerio (1-0) en el descuento, celebrado con euforia por los aficionados locales.

En el arranque, los de Lino Estévez salieron algo mejor y disfrutaron de dos córners y de un disparo de Óscar Martín para abrir las hostilidades. El Cented contrarrestó esta declaración inicial de intenciones local y generó peligro imitando a los rojillos su juego por las bandas. Marcova, con un tiro que se fue desviado, selló el primer aviso de cierto peligro de los pontines, que tendrían también en otro de Carlos Villar —que despejó brillantemente el defensa local Konaté— otra oportunidad para estrenar casillero.

Conforme iban pasando los minutos, el dominio local se hacía más evidente y un centro-chut con mucha intención de Manu, al que no llegó Javi Pazos por muy poco en el segundo palo, y otro remate del propio “Killer” valdeorrés que un atento Édgar desbarataba, pudieron adelantarles antes del descanso.

El segundo acto se inició como terminó el primero, con dominio rojillo y aproximaciones sin llegar ninguna a buen puerto. Conforme iban pasando los minutos y conocedores de lo que se estaban jugando en el envite, los nervios comenzaron a florecer en los locales, que no encontraban el camino del gol.

Agazapado, el Cented esperaba con la tranquilidad del que prácticamente no se juega nada, su momento para contragolpear con eficacia, y Alberto Blanco ponía el miedo en el cuerpo con una de sus clásicas cabalgadas. También Íker se estrenaba en el partido mandando alto una buena asistencia en largo. Sidibé probó fortuna para los de Calabagueiros desde fuera del área sin éxito, antes de dejar paso a Rogerio, a la postre protagonista del partido. El argentino Ariel intentó el camino a la red en otro disparo que nuevamente obligaba a Édgar.

Cuando las agujas del reloj sobrepasaban el tiempo reglamentario y la frustración local iba en aumento, la denominada “suerte del campeón” apareció y el éxtasis se apoderó de Calabagueiros en la continuación de un córner botado por Rubén García que Rogerio empujó, libre de marca, a la red. El Atios ya espera en Jueves Santo, en otra finalísima por el ascenso.