El Ourense CF se hunde en la tabla tras sufrir una nueva derrota en León (3-0 )

El Ourense CF sufrió una nueva derrota, la quinta en las ocho jornadas que se llevan disputadas, luego de caer en el Reino de León ante la Cultural por un claro 3-0 en un partido que dejó patente la diferencia abismal, a día de hoy, entre un líder intratable que suma 22 puntos y el colista que solo lleva tres.

Pasan las jornadas y el equipo no compite. El Ourense CF tiene que sentarse y reflexionar porque una cosa está clara, lo que hace no le da para sumar victorias en una Primera Federación con rivales de entidad que ni perdonan ni dan segundas oportunidades. Los contrarios parecen tener una marcha más, juegan más rápido, con más fluidez y no conceden en defensa ni perdonan en ataque. Los ourensanos, todo lo contrario, atrás dan muchas facilidades y encajan siempre, y así es imposible: 15 goles encajados es ocho jornadas es un lastre demasiado grande. En ataque, llegan, tienen ocasiones, pero no las materializan. Cierto es que en todos los partidos tienen buenos minutos, pero juegan a ratos y eso no les llega. Queda un mundo de competición, pero la situación tiene que cambiar radicalmente.

Del partido, poco que contar. Salieron bien los ourensanos, que en los primeros cinco minutos tuvieron dos ocasiones. Un balón al espacio para Carbonell que no llegó porque el meta local Bañuz estuvo muy ràpido para anticiparse y un derechazo de Di Renzo rozando el palo. Y para de contar. La Leonesa se enchufó y tras varios avisos con gol anulado incluido a Artola, a la media hora puso el 1-0. El lateral Víctor García cede a Calderón, de los mejores en los locales, que recorta a Moi, dispara salvando a Pato Guillen y Artola empuja a la red.

La segunda parte aún fue peor. Salieron los leoneses a sentenciar y en los primeros diez minutos ya lo hicieron. En el 49, tras otra jugada de Calderón por la derecha, llegó el balón al segundo palo donde Luis Chacón mandó a la red. Y en el 56, la sentencia. Esta vez por la izquierda con un nuevo centro que Manu Justo que mandó al fondo de la portería del Pato Guillen.

Quedaba más de media hora, pero el encuentro estaba sentenciado. El técnico local repartió minutos entre los suyos y los ourensanos, que no bajaron los brazos, también entendieron que no había nada que hacer.

Queda otra semana dura en casa Oira en la que tocará apretar los dientes y pensar en el derbi ante el Arenteiro que les espera en O Couto el próximo domingo.