Un empate como mal menor entre el Arenteiro y el Guadalajara (0-0)

El Arenteiro sumó un punto más en la clasificación luego de empatar a cero goles en Espiñedo ante el Guadalajara, lo que le mantiene en la mitad de la tabla clasificatoria.

El empate les vale para seguir sumando, además de volver a dejar la portería a cero, pero el juego desplegado por el equipo de Jesús Arribas no fue el esperado y por momentos desesperó a los aficionados locales. Los verdes, como bien reconoció su técnico al final del encuentro, habían marcado como partidos muy importantes los dos consecutivos que jugaron en casa para intentar sumar los tres puntos, pero no pudo ser, ni la pasada semana ante el Barakaldo, que empataron a un gol, ni en esta con el Guadalajara, con el cero a cero final.

El partido fue ramplón, con poco ritmo y escasez de ocasiones de gol. Probablemente, el calor reinante, extraño a estas alturas del mes de octubre, tuvo que ver, o el miedo que los equipos tienen a cometer errores lo que condiciona el juego ofensivo, porque están más pendientes de no fallar que de buscar desbordes ante los rivales. Total, que tras un primer cuarto de hora de tanteo, sin nada destacable, el primer acercamiento fue para los locales en el minuto 18 tras una internada del defensa Jordan Sánchez hasta la línea de fondo, pero su centro se paseó sin encontrar rematador. Y un minuto más tarde, una falta lateral la sacó David Ferreiro, pero se marchó fuera.

Hasta el tramo final de la primera parte, lo único destacable fue la lesión de David Ferreiro a la media hora, que dejó a su equipo sin la claridad de ideas que aporta el ourensano, siempre de los mejores de su equipo. Y en el tramo final, más sustos que grandes ocasiones. Una falta de Jordán Sánchez desde 30 metros, que se fue arriba; una contra de Víctor Mingo, que se entretuvo demasiado y cortó un defensa; o un disparo del visitante Pablo Muñoz por encima del larguero. Poca, muy poca chicha. Lo más emocionante fue en el descuento. Minuto 47, centro de Jordan Sánchez, de los más activos ayer, que corta el defensa Pablo Rojo con la mano. El Arenteiro pide revisión, pero el árbitro dijo que no había nada y pito el final de la primera parte.

Mejoría del Guadalajara

En la seguínda cambio la decoración, pero para peor en los locales. El Guadalajara dio un paso al frente y parecía tener una marcha más. Probó con disparos de Salifo y Pablo Muñoz, que atajó Diego García, o una internada de Diego Amigo, que se fue rozando el poste. Aunque en el 61, una llegada local acabó con un balón que colgó Jordan Sánchez de cabeza al área y que cazó Víctor Mingo para, con un buen testarazo, mandar la pelota al poste y tras botar sobre la línea se fue fuera. El Arenteiro pidió el VAR y el colegiado dijo que no había entrado. O mejor, lo intuyó, porque las imagenes ya se sabe como van.

Los manchegos inclinaron el campo a su favor y tuvieron la mejor ocasión del partido en el minuto 80 tras una buena jugada que terminó en Borja Díez, que encaró a Diego García, que aguantó bien y evito el tanto visitante. El rechace le cayó a Samu Mayo, que remató de cabeza, pero Gorka Pérez evitó un gol que podía haber sido la sentencia, pero que por suerte no lo fue.

Quedaban diez minutos más la prolongación, que fue de seis. Por una vez el “famoso VAR”, que tanta polémica está creando, no tuvo tanto protagonismo y todos lo agradecieron. Total, tampoco hubo nada más destacable que un Guadalajara atacando sin mayor peligro y un Arenteiro defendiendo el punto. Ya se sabe que cuando no puedes ganar, no pierdas en los minutos finales lo que tienes conseguido. Así fue.