Fran Justo: “Tengo objetivos y metas, los sueños son más familiares”

SEGUNDA DIVISIÓN

El ourensano reconoce que es “un orgullo” que lo haya elegido un equipo “que viene de hacer el mejor año de su historia”

El entrenador ourensano Fran Justo, en uno de los primeros entrenamientos en Anduva.
El entrenador ourensano Fran Justo, en uno de los primeros entrenamientos en Anduva. | CD MIRANDÉS.

Fran Justo cruza la península en coche, pero en su caso sin sombrilla en el maletero ni bañador en el equipaje. Miranda de Ebro-Ourense: ida el viernes y vuelta el domingo. El entrenador ourensano es uno de los privilegiados de su profesión que tiene trabajo en verano, pero lo suyo son palabras mayores. “Después de tener el mejor año de su historia, que en el siguiente paso piensen en ti es un orgullo. Es un reto apasionante”, explica sobre un Mirandés que lo eligió tras haberse quedado a un gol del ascenso a Primera División.

Dos eliminatorias apasionantes y que él veía por televisión con otro prisma: “Hay contactos y hay que ser muy discreto, pero sobre el 15 de junio, más o menos, es donde todo empieza a intensificarse. Hay un play off en medio y cuando acaba es cuando esa posibilidad se convierte en una opción real”. Añade: “Las direcciones deportivas trabajan en varios escenarios, aunque estuvieran enfocados en intentar lograr el ascenso. Cuando tuvieron la información de la categoría en la que iban a jugar es cuando ya nos sentamos y llegamos a un acuerdo. El lunes después del play off ya me llaman. Cuando 30 horas después de un disgusto tan grande te citan entiendes que estás bien colocado para que te elijan”. Y así fue.

La “tierra prometida” para cualquiera ya no es novedad para él. En 2022 dejó el Arenteiro para irse al Lugo. Pero esta vez llega desde el principio, con un proyecto propio y sin tener que coger el tren en marcha: “Es diferente, pero cobra más importancia si cabe aquella experiencia que tuve para afrontar ahora esta mucho más preparado. Es fútbol profesional y una categoría maravillosa. Muy buena para intentar demostrar e intentar seguir creciendo como hemos hecho estos últimos años, nos sentimos preparados para ello. Cuánto más caminas en la profesión, más preparado estás”.

Su fichaje tiene todavía más mérito cuando el aval más reciente no es una temporada de trofeos o de portadas. Dejó al Algeciras cerca de la promoción callando mucho, hablando poco y trabajando duro: “La gente del fútbol es consciente de lo que hemos conseguido hacer con los recursos que teníamos. Es, seguro, la temporada en la que más orgulloso estoy de cómo ha salido todo”.

El Mirandés lo elige con el listón altísimo, con lo que ello pueda suponer en la teoría de cualquier club. “Quieren gente que tengan sus metas por conseguir, pero que estén preparados para conseguirlas. Entrenadores de trabajo y de proceso, no de resultados. Desde los valores que tiene el Mirandés creen en conseguir los objetivos de esa forma”, explica Justo. Y con la garantía de un club, una ciudad y una afición con los pies en el suelo: “El Mirandés está muy bien ubicado. En el fútbol en el que estamos hay muchos clubes con una ambición desmesurada y el Mirandés no peca de esto. Está y sabe lo que es, valora muchísimo haber hecho la mejor temporada de su historia y tiene mucha ilusión por volver a crear un nuevo equipo que ilusione a su afición”.

“Un equipo de cero”

No será facil. Para ningún proyecto de borrón y cuenta nueva lo es, pero en su caso con el añadido de haber acabado la temporada más tarde que nadie y con una plantilla en la que se ha revalorizado hasta el utillero. Fichar, entrenar y competir, ese es el calendario: “Construir un equipo de cero, estamos en ese proceso. Después la competición nos dirá a lo que podemos llegar, teniendo claro que el objetivo del Mirandés las 12 temporadas que está en el fútbol profesional es conseguir esos 50 puntos que te garantizan seguir ahí, pero sin renunciar nunca a nada”.

“Todo es gracias a mi familia”

Irún en 2023, Algeciras en 2024 y ahora Mirada de Ebro: “Mi agente (Gustavo Cañizares) me lo dejó claro hace tiempo. Somos nómadas, con la maleta siempre preparada. Tengo que disfrutar mucho del tiempo que estoy en Ourense con mis amigos y con mi familia”. Ahí cambia el tono de voz: “Todo esto lo puedo hacer por la familia que tengo detrás. El apoyo siempre ha sido incondicional, nunca ha habido ninguna duda. Han estado conmigo en los momentos buenos y en los menos buenos”. Y visto con perspectiva, ni tan mal: “Ahora Mirada de Ebro nos parece un paseo. Todo en la vida depende de cómo lo compares”.

Queda con La Región a primera hora de la mañana, robándole tiempo a lo único capaz de quitárselo al fútbol: “Las horas aquí pasan volando. Cada segundo que paso con mi hijo (Antonio) es maravilloso. Me quedo siempre con la sensación de tener ganas de más, pero como familia estamos intentando desarrollar lo que creemos que es mejor para todos. Vamos a intentar estar muy juntos este año, dentro de las circunstancias que tengamos”.

Por la tarde, carretera y manta, con la carpeta llena de ideas y la pizarra de dibujos hasta que el próximo viaje de vuelta le permita volver a cambiar el chip: “Tengo objetivos y metas, pero los sueños son más personales y familiares. En lo deportivo lo que tengo son ilusiones y también ganas de prepararme y seguir creciendo. Mi sueño es seguir disfrutando de todo este camino con mi familia”.

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