Gloria para un Barco de Tercera (0-1)

Era el momento de la verdad, y el Barco no falló a su cita en el Penedo da Moo, regresando con todos los honores y por la puerta grande a Tercera Federación dos temporadas después. El corto resultado, 0-1, no reflejó lo que fue el choque. Los de Lino Estévez merecieron un resultado mucho más amplio y exhibieron todas las cualidades que los han hecho valedores de conquistar el título de campeón. Solventes en la retaguardia y con el control total del partido pudieron sentenciar con mucha más antelación, ante un Matamá que apenas inquietó por dos veces y con tímidos disparos la puerta de Imanol.

En la primera parte, y conforme iban pasando los minutos, el asedio a la portería local iba en aumento y tras avisar Manu y Juanma desde fuera, llegarían las mejores oportunidades con sendos palos de Javi Pazos, que también tendría una ocasión en un buen centro de Sidibé. Las buenas noticias que por aquel entonces llegaban desde O Casal, con la victoria momentánea de Moaña ante Céltiga, tranquilizaron un poco los ánimos visitantes que antes del descanso regresaron nuevamente a la carga, disponiendo de varias acciones a balón parado para adelantarse. La más clara en el 33, cuando Oca obligaba en un tiro libre a la intervención del portero Sito.

Tras el descanso, las noticias llegadas de Moaña no eran tan tranquilizadoras con un Céltiga que había dado la vuelta al marcador, lo que obligaba a mantener como mínimo la igualada. La incertidumbre estaba más en el resultado que en las sensaciones porque el asedio de los rojillos era total sobre la portería local. Nada más comenzar la segunda parte, Pazos avisaba desde la media luna. También en el 55, con otro tiro desde el interior del área. El cerco se acotaba y Juanma se encontraba con otra madera tras disparar desde el flanco izquierdo. Acto seguido, el argentino Ariel, recién ingresado, cabeceaba alto. Era un no parar de oportunidades y en el 59 parecía milagroso que se mantuviera el 0-0 inicial, cuando Sidibé sin oposición la mandaba desviada tras una magistral asistencia de Juanma Justo. El Céltiga sentenciaba su partido en O Casal y, pese a valer el empate, la incertidumbre por el resultado aumentaba. Los rojillos continuaban con la pólvora mojada llegados al 70, cuando tampoco atinaba Carlos Cruz desde la frontal. Tras otro remate desviado visitante y la única local por mediación de Cristian, llegaría el júbilo para los valdeorreses cuando el recién incorporado Brian Castro, en el 81, cabeceaba con el corazón de la afición valdeorresa, un buen centro por la derecha. El Barco ya regresa donde merece, el champagne ya riega Calabagueiros.