Iván Cabrera: “Mi carrera como modelo está cerca de su final pero del fútbol siempre disfrutaré”

Hace siete años fue operado de los ligamentos cruzados y el menisco de la rodilla y una nueva lesión de la rótula, sin tener que pasar por el quirófano, le mantuvo apartado de los campos en esta segunda vuelta de la liga de Primera autonómica.

"Estaba jugando a buen nivel y de repente me da problemas la rótula y tengo que parar. Por suerte ya estoy bien, comencé a entrenar esta semana con normalidad y esperando jugar el domingo en un partido importante con el Velle".

Toca apagar un incendio complicado en la liga.

Ya he pasado hace un lustro por un descenso a Segunda y hace dos años nos jugamos la permanencia en el último partido con el Boado tras remontar una mala racha. Ahora quedan siete partidos y estamos a tiempo, sobretodo porque en el vestuario hay un montón de ganas. El entrenador David Carnero nos da mucha confianza y por la plantilla que tenemos no merecemos estar ahí abajo.

Se ve que está acostumbrado a caminar por la cornisa.

La situación actual creo que es por falta de compromiso en el aspecto de juntarnos en los tres entrenamientos semanales y poder trabajar bien. Tenemos mucha gente que estudia fuera y otros tienen complicaciones para compaginar trabajo y fútbol, por eso hay un problema cuando llegamos a entrenar apenas diez jugadores de los 22 de la plantilla. El técnico Eloy en mi etapa como infantil siempre nos decía "como entrenas juegas", y no falla.

En el campo no juegas con la elegancia de la pasarela.

Trato de ser lo más educado posible jugando pero que me caracterizo por ser un defensor agresivo ya que en mi puesto se va al choque y ahí no tiene que ver con mi elegancia.

¿Fue su elección ser bombero?

Siempre tuve en la mente esa profesión. Estudiaba laboratorio y diagnóstico clínico y haciendo prácticas salieron oposiciones al abrirse el Parque de Bomberos de Xinzo y tuve la grandísima suerte de lograr esa plaza. Así como necesito el fútbol para vivir, esta es una profesión reconfortante que la vives día a día y donde hay cosas desagradables, pero también estás para ayudar, que es nuestra mayor prioridad.

¿La aventura de ser modelo está llegando a su final?

Es una profesión que me apasiona aunque hay que tener cuidado cuando estás dentro porque puede llevarte al abismo, por eso hay que estar bien asesorado. En julio y agosto tengo mis últimos pases, uno de ellos en Buenos Aires. Mi vida tomó un giro desde el nacimiento de mi hijo Gabriel, quiero disfrutar de las cosas y la gente y aunque mi etapa de modelo se cierra seguiré disfrutando del fútbol.