El Ourense CF logra remontar dos goles para empatar a Unionistas (2-2)

El Ourense CF sufrió, sudó, pero al menos salvó un punto tras empatar a dos goles ante el Unionistas de Salamanca. Vaya por delante al que se le ocurrió poner el partido a las nueve y media de la noche le pudo quedar la cabeza descansada. Y menos mal que la abundante lluvia que estaba prevista no fue tanto como habían avisado. Por eso tiene mérito los cerca de mil aficionados que acudieron al partido, incluidos los más de 200 de Salamanca.

Tenía claro el Ourense CF que tenía que cambiar y ser más equipo. Rubén Domínguez volvió a mover el árbol y situó a Pato Guillen en portería, volvió a la defensa de cinco y arropó mucho más a los suyos. El equipo lo agradeció y fue otro bien distinto. Se les vio mucho más solidarios, más agresivos y con un oficio digno de un equipo de Primera Federación.

A partir de ahí, a jugar. Y el equipo tuvo el control del juego en una primera parte en la que fueron superiores y debieron irse al descanso ganando. Pero por si había dudas, volvió a quedar claro que la suerte no va con ellos, por lo menos de momento. A los diez minutos Di Renzo cabeceó fuera un centro de Hugo Sanz. Y a los 26, penalti de Verges sobre Hugo Sanz, que era un puñal por su banda recordando al de la temporada pasada. Cogió el balón el jugador más talentoso que tiene la plantilla, Alberto Gil. Pero tampoco. Tiro raso, pegado a la cepa del poste y el meta Iván Martínez adivinó el lanzamiento y lo sacó con la mano.

Y en el minuto 40, otra que perdonaron. Centro de Andrada que se come el meta charro y, otra vez Alberto Gil, remata de cabeza por encima del larguero. Descanso y al menos no habían encajado, que ya era noticia.

En la segunda parte llegó lo peor. En una contra que llevó Álvaro por banda derecha, De La Nava empujó la pelota en el segundo palo a la red en el minuto 52. Marcador en contra y a volver a remar.

Le costó reponerse a los azules, que estuvieron bloqueados y sin la consistencia de la primera parte. Quedaba mucho tiempo y tocaba sacar el orgullo. Movió el banquillo Rubén Domínguez y puso sobre el verde a Carbonell y a Álex Gil buscando más mordiente. Y fue Carbonell el que primero probó con un disparo que se le fue fuera. Pero Unionistas no tenía prisa y con el marcador a favor trataba de dormir el partido y sorprender en otra jugada. Y así fue porque los azulones ya no eran el equipo de la primera parte. Y en el 73 un centro desde la izquierda, nuevo desajuste defensivo y Dani García, que entra totalmente solo por el centro, supera al meta Pato Guillen.

Peor imposible. Pero se agarró a la vida el Ourense CF y en el 82 Carbonell, a la media vuelta tras centro de Álex Gil, devolvió la ilusión. Y en el 86 se obró el milagro. Centro de Álex Gil y en el primer palo Carbonell otra vez él, no perdona (2-2). Quedaba la guinda y pudo llegar en el 96, pero Di Renzo no está de quiero aunque esta vez él y su equipo se van con otra cara, la de un equipo que está muy vivo.