El proyecto de Aitor Neira en el Sporting Carballiño

El Sporting Carballiño afronta la próxima temporada su séptima presencia consecutiva en la Primera Futgal siendo uno de los dos banquillos que cambiará de entrenador. Atrás quedaron los seis años bajo la conducción de Mindo Surribas que dan paso a Aitor Neira (20-05-1990) para quien será su primer trabajo en un equipo senior: “Mi carrera como jugador comenzó en la Escuela Municipal Arenteiro, luego media temporada con el Arenteiro, en la Preferente, un año en Amoeiro y finalmente acabé jugando en el fútbol sala. Del fútbol jamás me desvinculé, ya que llevo una década entrenando en las escuelas deportivas”.

Esta nueva oportunidad que se le presenta surgió “porque el presidente del Sporting Aitor, Dacasam es uno de mis mejores amigos, me habló de la posibilidad de coger el equipo y además me llevo muy bien con el anterior técnico Mindo porque estamos entrenando en la base”.

En la etapa anterior en el club siempre se buscó mantener la categoría como el primer objetivo, pero Aitor Neira intenta llegar trayendo nuevas cosas para poder aspirar a dar un paso más hacia adelante. “Mi idea principal, de hecho lo que estuve hablando con el presidente era buscar, no te digo este año, en un corto período de tiempo intentar dar el salto a la Preferente Futgal. Sé que es difícil, porque este es un equipo donde no cobra nadie, es gente que viene aquí porque está a gusto, con lo cual es un reto importante frente a otros clubes que tienen un mayor poderío económico, pero lo vamos a intentar. Hay que tener en cuenta que la política del Sporting Carballiño es la de no pagarle a nadie y conseguir a gente que le guste el fútbol, porque están sus amigos y hacer piña, porque al final vas a competir con equipos más potentes como el caso del Verín, que acaba de descender de categoría y será otro de los gallitos de Primera, el proyecto ambicioso y bueno del Córgomo”.

De la plantilla han cumplido su ciclo el capitán y goleador Martín Pérez, el defensa Diego Viñas y la marcha del catalán Pep, con lo cual la tarea del nuevo entrenador esportinguista será la de reconstruir y reforzar la plantilla. “Se fueron dos de los jugadores más veteranos y con peso dentro del equipo, pero ahora la idea es la de reforzarnos con gente joven como los que estuve en la escuela de fútbol, tal es el caso del primer fichaje, de Damián Bardelás, que viene procedente del filial del Arenteiro. Por eso, intentaremos traer alguno más de este club, que perdió la categoría la pasada campaña y otros jóvenes que nos puedan ayudar en este nuevo proyecto para ampliar la plantilla e intentar contagiar al resto con esa sangre nueva de pelea para poder conseguir esos retos”.

Lo que también valora el nuevo entrenador esportinguista es la buena sintonía que existe con sus vecinos de la villa carballiiñesa, lo cual posibilita poder beber de su cantera ante esta apuesta de Aitor Neira. “Como sigo aún metido en la escuela, conozco a muchos chavales, y aunque al final, por desgracia, bajaron a la categoría de plata creo que hay gente muy válida, que puede jugar perfectamente en Primera, de ahí que intentaremos tirar de ellos y si les gusta el proyecto que se sumen para intentar conseguirlo”.

Jugadores y afición

La filosofía del Sporting Carballiño ha posibilitado que sin pasar grandes apuros sus integrantes jugaran con la ilusión de disfrutar cada fin de semana del fútbol, estando en alguna temporada como uno de los protagonistas en la parte alta de la clasificación. Por eso, su técnico insiste en que “nosotros tiramos de esa ilusión, ya que hay muy poco poder económico, pagamos los desplazamientos para que por lo menos no pierdan dinero y que entre todos montemos una buena piña, remando, tirando unos de otros y conseguir ese reto de no acabar los últimos dos, tres o cuatro meses como ocurrió últimamente de no competir por nada, sino estar ahí en la pomada”.

Otra de las cuestiones que deberá compaginar el entrenador es su trabajo en la base de las escuelas deportivas con los juveniles como con el primer equipo. “En principio esa es la idea y a ver si me da la agenda para hacerme cargo de todo. Con el Sporting no hablamos del tiempo que estaré allí, sino del objetivo de intentar dar el salto, pero si algo va mal se acabará de la mejor manera y si va bien seguiremos”.

El aporte de sus aficionados es también valioso y prueba de eso que no solo en el campo de A Uceira donde ofician de anfitriones, en cada desplazamiento sus jugadores agradecen el esfuerzo de acompañarlos y animarlos. “Es algo que por suerte no falla y lo he comprobado, especialmente cuando jugaban de local, donde siempre me acerqué para transmitirle el apoyo y mi aliento al equipo”.