El "sueño inolvidable" de Hugo

El futbolista de la Baixa Limia debutó el lunes con el Celta en Primera División y con sus padres en las gradas del Coliseum Alfonso Pérez de Getafe

Hugo Álvarez, en el partido de su debut en Primera con el Celta en el campo del Getafe.
Hugo Álvarez, en el partido de su debut en Primera con el Celta en el campo del Getafe.

El domingo Hugo se levantó pensando en ir a entrenar como (casi) todos los días con el primer equipo del Celta y después venir a Ourense a comer con la familia. Ahí, tras el entrenamiento, empezó a cambiar el plan de un chaval que con 18 años puede presumir de haber jugado ya en Primera División.

Hugo Álvarez vivió el lunes en Getafe el sueño de cualquier niño. El juvenil del Celta debutó con el primer equipo en el Coliseum Alfonso Pérez. "Es un sueño hecho realidad", reconoció en declaraciones a Celta Media, tras guardar cuidadosamente la camiseta con el dorsal 35 con la que disfrutó de sus primeros minutos en el fútbol profesional. "Esta me la guardo de recuerdo. Ahora, a seguir mejorando y trabajando por lo que quiero", señaló.

De jugar al balón en la Baixa Limia con sus primos a ver el cartel que indicaba el cambio no ha pasado tanto. En un abrir y cerrar de ojos Hugo cambió las paredes de la "casa do Valente (su abuelo)" a jugar en la élite. El centrocampista ourensano reveló que cuando le dijeron que iba a entrar en el partido sintió "una emoción muy grande, una ilusión enorme, y salí a darlo todo por el club. Era un debut soñado desde pequeño y se lo agradezco al míster y a los compañeros".

Sin haber salido aún del estadio, el jugador ourensano recibió ya las felicitaciones del presidente del club, Carlos Mouriño, de empleados como Borja Oubiña y de toda la plantilla.

Todavía en Getafe se acordaba de los que han estado a su lado ayudándolo a crecer y que ahora se volcarán para que sus pies no despeguen del suelo antes de tiempo. "De mi familia. De mis padres, mi hermano, mi abuelo, sobre todo, que es un apoyo incondicional, mi tía Marisa y todos en general. También de mis compañeros, que me ayudan a trabajar día a día".

Parte de esa familia estaba en la grada: sus padres y su abuelo Benito. Valentín Álvarez y Pepa Antúnez, padres de Hugo Álvarez, asistieron al debut de su hijo: "Fue muy emocionante. No sabíamos que iba a salir, pero fuimos todos hasta allí. Es de pocas palabras, pero estaba exultante", explicaba la madre del canterano celeste en Radio Galega.

"Allí lloró hasta el abuelo"

Su padre desvela en una entrevista a La Región que "allí lloramos todos. Lloró hasta el abuelo". Y reconoce que "cuando lo vi salir a calentar sí que tenía claro que podía jugar. En ese momento yo ya solo estaba pendiente del entrenador, ya no atendía para nada al partido". Y el "Chacho" Coudet llamó a Hugo: "Fue una emoción enorme. Estaba todavía jugando y nos bombardearon a mensajes. La madre vino todo el viaje de vuelta respondiendo guasaps y aún me quedan muchos por contestar. Tengo mensajes de números que no conozco de nada".

Este año Hugo ha empezado en la universidad. Vive en Vigo con su padre y su madre en Ourense con su hermano pequeño, que juega en los infantiles de la UD Ourense.

Pepa recordó el interés que mostraron en su momento tanto el Real Madrid como el Barcelona por hacerse con el jugador, todavía en edad alevín: "Cuando empezó a destacar, en segundo año de alevines, lo llamó el Real Madrid. Entonces no teníamos agente y fuimos allí. Con el Barça no hablamos, pero había interés. Valoramos que en el Celta estaba bien y también que creciese con la familia de manera normal en Vigo. Todo lo que nos ofrecían era muy bonito, pero para su desarrollo personal era mejor que entonces siguiese en su entorno, con su hermano y con sus primos".

Su equipo, el juvenil

Hasta ahora todos los peldaños han sido hacia arriba y en el Celta parece claro que confían en este ourensano para que, en un futuro, pueda tomar el relevo de los Rodolfo, Vicente o Fran Noguerol.

"Tiene claro que ayer (por el lunes) jugó en Primera División y mañana puede ser reserva en el equipo juvenil. Hay que estar preparados para todo y seguir trabajando muy duro todos los días. Seguir estudiando y seguir entrenando. En esto del fútbol todo es una locura y hay que tener la cabeza tranquila", le aconseja su padre.

Este fin de semana el equipo juvenil del Celta juega en Santander. El primer equipo, el jueves en Balaídos contra la Real Sociedad. Los dos con el mismo balón con el jugaba en Río Caldo y en Entrimo, pero dos mundos distintos entre los que se encuentra ahora un chaval que con solo 18 años ya está, pase lo que pase, en el selecto y reducido listado de ourensanos con su nombre inscrito en Primera. Ojalá sea solo el primer capítulo de una historia que ya es inolvidable.

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