El Velle agranda su historia

El veterano Quintas abrió el camino goleador del club y Alfredo inscribió su nombre como el autor que logró el 1.500

Quintas, autor del primer gol del Velle, y Alfredo, que marcó el 1.500, ayer en el Monte da Aira.
Quintas, autor del primer gol del Velle, y Alfredo, que marcó el 1.500, ayer en el Monte da Aira. | Xesús Fariñas

El Velle sigue haciendo historia en la categoría y se convierte en el tercer equipo más goleador al llegar a los 1.500 tantos en las 28 temporadas en las que lleva participando. El lejano 5 de septiembre de 1982, el año del mundial organizado por España, el equipo del Monte da Aira debutaba cayendo por 3-2 ante el Parada Piñor, en el campo de A Chaira. Aquella tarde, José Antonio Quintas Álvarez (27-5-1959) marcaba el primer gol oficial del club. “Fue hace tanto tiempo que ya no me acordaba que había anotado en aquel partido”. El equipo formó con Quijada, Lemos, Feijóo, Manolo, Lolo, Chicho, Malvido, Quintas, Mario, Cofán y Juan, para entrar luego Alfredo y Estévez. “El entrenador era José Luis Caamaño, el padre de Nando, que jugó en CD Ourense. Aquel era un grupo de jugadores donde primaba el compañerismo, era como una familia y a la hora de entrenar y jugar éramos una piña. Los que estábamos casados íbamos a cenar juntos”, recuerda.

Quintas se desempeñaba como mediocampista por la izquierda y aun así marcó muchos goles: “En una temporada acabé Pichichi con otro jugador de Vilariño y nos hicieron un regalo a los dos. Tenía llegada al área y resolvía”.

En plena charla comenta una anécdota muy peculiar: “Cuando jugabas contra la portería de abajo el que tiraba el balón fuera tenía que ir a buscarlo entre los árboles y los tojos, con lo cual había que andar con cuidado”.

En la actualidad se mantiene informado por La Región “pero dejé de ir a ver los partidos porque no atrae a la gente como antes y ahora tengo otro hobby, la caza”.

Gol 1.500

El simbólico gol 1.500 lo consiguió Alfredo Veiga Ampudia (11-11-1987) que llegó esta campaña al club y se sorprendió al conocer este dato. “No tenía ni idea, pero me pone contento. En esta liga llevo 10 goles, aunque cinco fueron de penalti, pero nunca tuve fijación por marcar muchos, ni me preocupa. Este año jugué en todos lados, de lateral, interior, en el medio y arriba. La verdad, estuve rotando bastante porque al producirse muchas bajas a lo largo de todo este tiempo nos ibamos adaptando todos a la posición que nos pedía el entrenador”.

Lo cierto es que el Velle se quedó en la liga con la miel en los labios: “La temporada la tiramos ante dos descendidos y el Loñoá, que está pendiente de un arrastre. Con esos nueve puntos éramos segundos y hasta se podía apretar más al Antela”. Ahora les queda pelear por la Copa: “Estamos ilusionados y a ver si podemos seguir avanzando”.

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