Carlos Hugo García: “Nos falta acierto, no goleadores”

—Nadie imaginaba a principio de temporada que el Celta lucharía a estas alturas por no ser colista. ¿Cómo está el cuerpo técnico?

—Estamos dolidos por la derrota del otro día. Es cierto que nadie pensaba que esto iba a pasar. Hicimos la pretemporada con mucha ilusión, era un trabajo muy encaminado a conseguir objetivos y hasta ahora no se han visto reflejados en el marcador, en los resultados ni en la clasificación.

—El director deportivo, Miguel Torrecilla, aseguraba esta semana que no se podía dramatizar por un partido. ¿En el vestuario tienen la sensación de que se ha fallado sólo en Irún o de que el rendimiento ha sido malo en las diez jornadas?

—La clasificación es la que es y no hay que darle más vueltas. Un niño de tres años es capaz de ver quién está delante y quién detrás, pero hay que analizar el porqué. Hay factores que inciden en un resultado en concreto, pero algo hemos hecho mal porque ha sucedido varias veces. También hay circunstancias que, sin querer ponerlas como excusa, siempre nos han perjudicado y nunca han ido a nuestro favor, como los errores arbitrales. Simplemente con eso, con seis puntos más, ahora estaríamos mirando la realidad de otra forma. Pero como ahí no podemos hacer nada, tenemos que centrarnos en lo que depende exclusivamente de nosotros, y eso es la definición. Generamos más ocasiones que los contrarios, la media es de doce a siete por partido, y sin embargo ellos marcan más. Por tanto, ahí hay que mejorar.

—¿Al equipo le falta acierto rematador o goleadores?

—Creo que le falta acierto rematador, porque si tenemos más ocasiones que los rivales, quiere decir que ha habido alguien ahí rematando la jugada, un punta que está en zona ofensiva y que en los entrenamientos sí mete goles.

—¿Considera que el sistema por el que apuesta el Celta es el más adecuado?

—No tengo ni la más mínima duda. Es más, vemos los partidos de nuevo y el día en que más se podía poner en entredicho el sistema es en este último encuentro. Y estoy convencido de que si no hubiésemos errado en ciertas cosas, habríamos ganado o, como mínimo, empatado. Si se vuelve a disputar el partido, volvería a apostar por la misma filosofía, porque es lo que el equipo sabe hacer bien.

—¿Que este dibujo funcione depende excesivamente de que el rival no se encierre?

—Todo lo que pasa en un partido depende de dos equipos, pero no de un sistema u otro. Sinceramente, se habla excesivamente del dibujo y no tiene tanta importancia. Lo tiene a la altura que coloques al equipo, dónde presionan los delanteros, de la intensidad con la que se va... Todo sistema es bueno o malo dependiendo de cómo se ejecute y, en nuestro caso, lo hemos hecho bien en algunos aspectos y mal en otros.

—¿Considera que el otro día faltó intensidad?

—Faltó en algunas jugadas muy puntuales que nos cuestan el partido. Pero en general, el equipo está mostrando una gran intensidad. Sobre todo en la primera parte, en la que conseguimos más segundas jugadas que el Real Unión, un equipo que maneja mejor este aspecto.

—¿Cambiarán muchas cosas de cara al partido del sábado?

—Cambiarlas o mejorarlas, porque las cosas que se hacen mal hay que hacerlas bien, no cambiarlas. Es un poco lo que estamos intentando, aunque quedan por concretar muchos aspectos.

—¿La falta de resultados ha generado un problema de falta de confianza en la plantilla?

—Cuando las cosas van bien y los resultados acompañan, todo el mundo tiene más fuerza. Pasa también en otros trabajos. Los futbolistas son personas y todo lo que sucede les afecta.

—¿Cómo conoció a Eusebio?

—Coincidimos en la Federación de Castilla y León. Yo era el seleccionador y había diferentes técnicos colaborando como Eusebio, el ex jugador del Barcelona Juan Carlos, el ex delantero del Racing y el Valladolid Alberto... Siempre hubo buen ‘feeling’ y allí nació una amistad.

—¿Vuestras ideas sobre fútbol coinciden o se complementan?

—Se complemetan, porque si dos personas piensan exactamente igual, uno sobra. Lo lógico es que ambos aporten cosas, aunque las ideas, por supuesto, son de él. Conozco a muchos entrenadores, pero es el que mejor lee un partido. Él marca las consignas y yo le complemento con lo que yo creo.

—Llama también la atención su edad. ¿35 años son pocos para ser entrenador?

—Los hay poco mayores que yo, como Guardiola o Emery. Además, llevo entrenando desde los 19 años. Es mucho tiempo, aunque cada día aprendes cosas nuevas y vas cambiando tus conceptos. De todas formas, la juventud es algo de lo que se puede sacar provecho.