PRIMERA DIVISIÓN
El Madrid respira sin fútbol (2-0)
Cuando parece imposible mejorar lo alcanzado, da un paso más al frente. Cuando parece que no está a su mejor nivel, vuelve a brillar con todo su esplendor. Italia fue la víctima de un fútbol que no tiene par en el panorama balompédico mundial. España fue el verdugo en una final perfecta de principio a fin.
La verdad del falso nueve
Cesc fue la apuesta. El falso nueve, la verdad de Vicente del Bosque. La razón de ser de esta selección. Esos locos bajitos que pronto se hicieron con el control del encuentro. Xavi, Iniesta, Silva, Cesc o ese rayo que aparece por la izquierda y responde al nombre de Jordi Alba. Hubo toque, como siempre, y más profundidad que de costumbre. También eficacia, siempre importante. Xavi culminó con un disparo alto una jugada para el recuerdo; Iniesta inició poco después la acción que Silva convirtió en gol previo pase de Cesc Fábregas. Un regalo del falso nueve.
Los minutos de Italia
No era la noche de Italia. Chiellini fue el primero en caer, lesionado a los veinte minutos. Pero el equipo de Prandelli estuvo metido en el partido hasta poco antes del descanso. Intimidó, cuando pudo, en las acciones a balón parado. Tiene futbolistas poderosos y a Pirlo, un artista en la estrategia, dibujante de centros con precisión milimétrica. Salvó España esos instantes con aparente facilidad y sentenció a un paso del descanso. Apareció el incansable Alba por la izquierda y Xavi se inventó por enésima vez en su vida un pase de gol para el recuerdo. 2-0. Sentencia.
El reto imposible
Prandelli arriesgó. Y le salió cruz. Metió a Di Natale al descanso y apareció Casillas para evitar su mejor ocasión. Realizó su último cambio a los 56 minutos y Motta, el recién salido, se lesionó casi al instante. Media hora por delante, dos goles abajo y un jugador menos con la insuperable España enfrente. Desolador el panorama para la 'Azzurra'. El golpe moral noqueó a los italianos, que a partir de ahí se limitaron a estar, y poco más, sobre el terreno de juego. Tampoco apretó España hasta que, en la recta final, Torres y Mata redondearon la felicidad española.
Fútbol y esperanza
En un país que se cae a pedazos, la selección da mil motivos para sonreir. Durante noventa minutos, una noche, unos pocos días a lo sumo. Pero la esperanza, en cualquiera de sus formas, siempre es bienvenida. España ha hecho historia. Eurocopa, Mundial y Eurocopa. Una utopía cinco años atrás. Pero el fútbol nunca para, el balón no se frena. Brasil espera en el horizonte a un grupo de jugadores que, por edad y condiciones, debería repetir con pocos cambios en la cita mundialista. Surgirán motivos para dudar. Hoy no hay absolutamente ninguno. Genios.n
Contenido patrocinado
También te puede interesar
Lo último
A PARTIR DEL 26
“CarbaNadal”, parque de atracciones navideño en O Carballiño
Jorge Vázquez
SENDA 001
Dejar de mirar el reloj para empezar a mirar el horizonte
ELECCIONES EN EXTREMADURA
Cerca de 900.000 extremeños están llamados a las urnas